Irlanda pretende colocar a las bebidas alcohólicas, incluso al vino, una leyenda que advierta sobre los riesgos de consumirlas e Italia -junto a Francia y España- alza la voz y está dispuesta a dar batalla en la UE, que hace un guiño a la medida, y también en la Organización Mundial de Comercio (OMC) "Nuestra posición es clara. Cualquier etiqueta que proporciona un estigma sobre los efectos del vino en la salud humana es inaceptable. Queremos restaurar la verdad. La medida irlandesa no está justificada por ninguna evidencia científica", afirmó hoy el ministro de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques de Italia, Francesco Lollobrigida.
Lo dijo ante el Senado al responder preguntas sobre las alertas sanitarias en etiqueta propuesta por Irlanda, que subrayan supuestos efectos nocivos del vino. El ministro reiteró, igualmente, la lucha contra el abuso del alcohol y ha anunciado "iniciativas en estudio con el Ministro de Salud, que mostró amplia disponibilidad".
También abrió un canal con Francia y España para acciones compartidas, en lo que parece ser "una guerra en defensa del vino".
"El próximo lunes en el contexto de la Consejo de Agricultura y Pesca en Bruselas me reuniré con el ministro de Agricultura de Irlanda a quien explicaré nuestras razones, seguros de encontrar los puntos de coincidencia y superar los diferentes planteos. También lo ayudaré dándole una botella de vino para que pueda ver que no tenemos intención de dañar su salud", deslizó Lollobrigida.
"Nunca a eptaremos un esquema como el Nutriscore (etiqueta de semáforo, como advertencia, NDR), que es capaz de producir efectos discriminatorios hacia la excelencia alimentaria. Esas nominaciones deben dejar la posibilidad de elegir entre productos de calidad, al amparo de una información correcta y profunda y sin dañar", subrayó el ministro.
Con el permiso de Bruselas, Irlanda podría convertirse en el primer país de la UE en colocar la llamativa etiqueta de "alerta" en bebidas como el vino -y otras- y leyendas, similares a los envases de cigarrillos: "el consumo de alcohol causa enfermedad hepática" y "el alcohol y los cánceres mortales están directamente conectados".
La ley fue notificada en junio por Dublín a Bruselas, que confirmó -con el período de moratoria expiró a fines de diciembre de 2022- que las autoridades nacionales pueden adoptar esa ley.
Roma, París y Madrid, junto con otras seis capitales, intentan oponerse bajo el argumento de que es una norma que es discriminatoria. La luz verde a la idea irlandesa no es definitiva, porque también debe ser autorizada por la Organización Mundial de Comercio "ya que esta legislación -señaló Paolo De Castro, miembro de la comisión Parlamento Europeo de Agricultura y Desarrollo Rural- también representa una barrera a nivel internacional. Ese proceso prevé una duración aproximada de 60 días.
"La decisión de Irlanda de introducir una etiqueta para todas las bebidas alcohólicas, incluido el vino italiano, es absurda. A pesar de la oposición del Parlamento Europeo. Es una elección que ignora la diferencia entre consumo moderado y abuso de alcohol", publicó días atrás el vice premier y ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani, en su perfil de Twitter. (ANSA).