"No hay controversia con el presidente (Sergio) Mattarella, el presidente tiene el respeto mío y de la Liga", afirmó el viceprimer ministro de Italia, Matteo Salvini, entrevistado por la RAI, intentando poner fin a una controversia que está agitando a la política italiana, justo en la semana de las elecciones europeas.
Salvini luego dijo que no había recibido una llamada telefónica de la primera ministra, Giorgia Meloni, después del mensaje de Borghi en X que encendió el escándalo.
"No hubo ninguna llamada telefónica", aseguró el tambièn ministro de Infraestructuras entrevistado por la RAI.
"El ataque que viene de la Liga es muy grave, nunca antes visto.
Hoy Salvini está retrocediendo, pero ayer intensificó el ataque y creo que fue muy grave, como es grave pasar todas estas horas sin que Meloni tomara posición", disparó la líder de la oposición, la secretaria del Partido Demócrata (PD), Elly Schlein también en el programa "Agorá" en RAI 3.
"Nunca hemos visto un ataque tan frontal contra el Presidente de la República el día 2 de junio. Un ataque muy grave. Es grave que Salvini no se haya distanciado, hoy está intentando corregir la situación. Es grave que hayan pasado todas estas horas sin que la Primera Ministra se pronuncie sobre este ataque sin precedentes", afirmó Schlein en el Forum ANSA.
"No hace falta decir que no somos europeos: somos europeos, es una cuestión de identidad cultural e histórica", argumentó el Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani entrevistado por la emisora francesa RTL. "Esto no significa que debamos renunciar a nuestra identidad. Pienso como Mattarella", apuntó el canciller.
"Somos absolutamente diferentes. Tenemos una idea diferente. Somos proeuropeos. Somos de la familia del Partido Popular Europeo", explicó Tajani, quien añadió: "Somos diferentes de la Liga culturalmente, somos aliados leales, pero somos diferentes. Cuando se trata de Europa tenemos una visión diferente, somos proeuropeos", amplió.
"En el Día de la República, pedir la dimisión del presidente está ciertamente fuera de lugar", añadió el jefe de la diplomacia italiana con determinación.
"El papel del Jefe de Estado es garantizar la Constitución y la unidad nacional. La expresión de las líneas y opiniones políticas recae en el gobierno y en el Parlamento democráticamente elegido, que representa la soberanía del pueblo", expuso Roberto Vannacci, candidato de la Liga para las elecciones europeas. "No comento las palabras del presidente Mattarella, pero creo que ya hemos cedido demasiada soberanía a organismos supranacionales", añadió.
"Recuerdo que en 2008 el PIB de Estados Unidos y de la UE era el mismo, hoy el PIB estadounidense es alrededor de un 70% superior al europeo. No creo que muchas decisiones encaminadas a limitar la soberanía nacional hayan sido previsoras Y este marco económico europeo respalda mis tesis", acotó visiblemente molesto por las cercanías entre Roma y Bruselas.
"La soberanía es nacional y no se puede renunciar. Es un principio existencial y esencial de toda nación. Un Estado se basa en tres principios: territorio, pueblo y soberanía. Si eliminamos uno de estos tres elementos, eliminamos el concepto mismo de Estado", insistió Vannacci.
"Si el presidente realmente piensa que la soberanía pertenece a la Unión Europea y no a Italia, por coherencia debería dimitir, porque su papel ya no tendría sentido", disparó el senador de la Liga Claudio Borghi ayer y con esa frase disparó el incendio político.
El motivo del conflicto es decididamente político y se refiere a las diferentes visiones sobre el futuro de Europa a pocos días de las elecciones que Meloni definió como un "referéndum entre dos ideas de Europa". Ansa