En un discurso de 16 minutos pronunciado ante una sala semivacía debido al horario nocturno, la primera ministra italiana Giorgia Meloni lanzó el miércoles a última hora fuertes críticas tanto contra Rusia como contra Israel, cuestionando además el rol actual de las Naciones Unidas y abogando por una reforma profunda del sistema internacional.

Meloni acusó a Rusia de haber "pisoteado a la ONU" e infligido "una herida profunda al derecho internacional" al invadir Ucrania.

Moscú, siendo miembro permanente del Consejo de Seguridad, violó deliberadamente el artículo 2 de la Carta de la ONU al atentar contra la soberanía de otro Estado con el objetivo de anexionar su territorio.

"Hasta hoy, no ha mostrado disposición alguna para sentarse seriamente en la mesa de paz", declaró.
     

La mandataria italiana advirtió que los efectos desestabilizadores del conflicto en Ucrania se han extendido mucho más allá de sus fronteras, reactivando múltiples focos de tensión global. "Mientras tanto, las Naciones Unidas están cada vez más desunidas", lamentó.

En referencia al conflicto en Medio Oriente, Meloni condenó los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre, pero también acusó a Israel de haber "superado el límite del principio de proporcionalidad" en su respuesta militar.

Según afirmó, esta postura ha llevado a Italia a respaldar algunas de las sanciones propuestas por la Comisión Europea contra el Estado israelí. "Israel debe salir de la trampa de esta guerra —dijo— por su historia, por su democracia, por los inocentes y por los valores universales del mundo libre al que pertenece".
     

La primera ministra también reafirmó su apoyo a la solución de dos Estados, subrayando que Israel no tiene derecho a impedir la creación de un futuro Estado palestino ni a construir nuevos asentamientos en Cisjordania con el fin de bloquear esa posibilidad. "Por eso firmamos la Declaración de Nueva York a favor de la solución de los dos Estados", explicó.

Sin embargo, aclaró que para el reconocimiento de Palestina existen dos condiciones innegociables: la liberación de todos los rehenes y la exclusión de Hamás de cualquier rol de gobierno.
     

En otro tramo de su intervención, Meloni criticó lo que calificó como "ecologismo insostenible", al que responsabilizó de "casi destruir la industria automotriz europea", generar problemas en Estados Unidos, pérdida de empleos y debilitamiento de la competitividad y el conocimiento.

"Nos tomó siglos construir nuestros sistemas, pero bastan unas pocas décadas para terminar en un desierto industrial. Y como he dicho muchas veces, en el desierto no hay nada verde", ironizó.
     

También denunció la "inadecuación" del actual diseño institucional de las Naciones Unidas y llamó a revisar las "anacrónicas" convenciones internacionales sobre migración y asilo, criticando su aplicación "ideológica y unilateral" por parte de "Justicias politizadas", lo que, en sus palabras, termina por "pisotear el derecho en lugar de defenderlo".

Meloni cerró su discurso con una cita de San Francisco —"el más italiano de los santos, cuyo nombre lleva la ciudad donde nació esta organización—: 'los combates más duros se reservan a quienes tienen un coraje ejemplar'. Creo que ha llegado el momento de demostrar ese coraje", concluyó. Ansa