Casi 690 millones de turistas viajaron por el mundo entre enero y junio, cerca de 33 millones más que en el mismo período del año pasado y un +4% respecto a los niveles prepandemia.

A pesar de las guerras cada vez más violentas y las crecientes tensiones geopolíticas y económicas internacionales, el turismo sigue mostrando un fuerte impulso y una buena resiliencia.

El sector se prepara para celebrar el Día Mundial del Turismo 2025, que las Naciones Unidas conmemoran cada 27 de septiembre, con la esperanza de convertirse cada vez más en un instrumento de paz, además de ser una gran fuente de apoyo para las economías locales, el empleo y el sustento de las personas.

Este año, la jornada está dedicada al profundo vínculo entre los viajes y la sostenibilidad ("Turismo y Transformación Sostenible").

La ministra de Turismo, Daniela Santanchè, está convencida de que la sostenibilidad es el corazón del turismo mundial y una prioridad para el gobierno.

En una entrevista con la ANSA, explica: "Esto también se estableció en el primer plan industrial de turismo que publicamos en 2022.

Sin embargo, se necesita una visión integrada y tridimensional para abordar la sostenibilidad desde el punto de vista económico, social y ambiental, permitiéndonos enfrentar los desafíos en su gran complejidad. Estos son temas complejos que deben abordarse trabajando en conjunto".

"Creo firmemente que el concepto de sostenibilidad no debe ser solo una etiqueta o una moda pasajera, sino un proceso al que hay que prestar atención, apoyar y dirigir con las intervenciones correctas a través de políticas de inversión y comunicación".

La ministra señala que el plan industrial puso al ser humano en el centro, y este debe ser también el eje de la sostenibilidad. "Esto significa, por un lado, garantizar las necesidades actuales y futuras de las personas, integrando prácticas éticas, sociales, ambientales y económicas, superando la visión que considera al ser humano solo como un recurso productivo. Por lo tanto, la sostenibilidad debe traducirse en la mejora de las condiciones de vida, es decir, de la salud, seguridad e inclusión del ser humano, tanto como individuo como comunidad", afirma.

A nivel de fondos, el Ministerio de Turismo (Mitur), "además de destinar 42 millones directamente a la sostenibilidad, asignó 34 millones para los pueblos pequeños con vocación turística y 75 millones para las ciudades creativas y los sitios de la Unesco".

"También asignamos más de 30 millones en total para los caminos de peregrinación, ya que son vectores importantes de sostenibilidad, y recursos adicionales para el proyecto 'Grandes Destinos Italianos para el Turismo Sostenible'", añade.

A esto se suman todas las inversiones en digitalización, que es una herramienta fundamental para un sector que será cada vez más 'inteligente' y, al mismo tiempo, sostenible.

La ministra de Turismo considera que el camino tomado es el correcto: "Debemos seguir por esta vía, sobre todo también intercambiando buenas prácticas entre las Regiones y con otras Naciones. La cooperación interinstitucional multinivel —dice Santanchè— es un tema de capital importancia. No es casualidad que la sostenibilidad haya sido el centro del G7 de Turismo y lo será también en la Cumbre Global del WTTC, que estamos muy orgullosos de hospedar a partir del domingo en Roma".

 "El hecho de que este evento tan prestigioso y relevante se celebre por primera vez en la historia en Italia —dice la ministra— es también un signo de la recuperada centralidad de nuestra Nación en el panorama turístico mundial. Esto es, ante todo, gracias a nuestra presidenta del Consejo, Giorgia Meloni, que ha devuelto fuerza, estabilidad y seguridad a Italia".

"Y estos son elementos imprescindibles para adquirir la credibilidad necesaria para traer aquí el evento de turismo más grande del mundo. Precisamente la Premier Meloni inaugurará las actividades el lunes 29 de septiembre. Se esperan más de 1.000 stakeholders de todo el mundo".

El tema de la jornada de este año es muy actual, pero quizás lo fue aún más el de 2024: el turismo "como instrumento de paz".

"El turismo —subraya Santanchè— es un verdadero puente de paz, y nunca como en este momento lo necesitamos. Estamos viviendo nuevamente momentos que pensábamos que nunca volveríamos a vivir. Lo repito en cada ocasión, tanto en Italia como en el extranjero. Debemos consolidar las relaciones con muchas otras naciones. El turismo ayuda a conocerse un poco más, a través del diálogo, de las relaciones, derriba barreras. Donde los ejércitos destruyen, el turismo construye, en cambio".

Finalmente, el balance del verano: ¿Italia se ha recuperado? "No había nada que recuperar —responde—. Digamos que fue la izquierda la que jugó con los datos durante toda la temporada, y creo que los datos están confirmando las previsiones optimistas".

"En cuanto a las pernoctaciones, según datos del Istat, tuvimos un +9,7% en junio y un +3,07% en julio. Y por parte del Ministerio del Interior sabemos que en la primera parte de agosto registramos un crecimiento del +9,3% en nuestro turismo.

Además de esto, hay rendimientos más convincentes también en los meses de 'temporada media', tanto en el segundo trimestre del año como en otoño. Y a fin de año, creo que podremos hablar de un buen crecimiento general, tal como lo destacaron también las previsiones del Centro de Estudios de Intesa Sanpaolo". Ansa