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Este nuevo paso hacia adelante de la robótica se logró gracias a la confección de una nueva piel electrónica enriquecida con pelos artificiales, capaces de advertir estímulos muy ligeros, como por ejemplo la caricia del viento o una mosca que se posa.
Los pelos son útiles también para mejorar la sensibilidad de las prótesis, según destaca en descritos "Acs Applied Materials & Interfaces" los ingenieros del Harbin Institute of Technology, en China.
"Los robots, así como las prótesis, se asemejan siempre más al hombre", explican los investigadores.
"Los prototipos de piel electrónica diseñados son elásticos, capaces de percibir estímulos como la temperatura y la presión, y hasta medir los niveles de alcohol y oxígeno en la sangre, aunque pero no pueden aún reproducir el entero espectro del tacto humano. Por ejemplo, no pueden advertir la brisa, mientras nuestra piel, recubierta en un 95 por ciento por pelos delgados, puede capturar esa sensación".
De aquí la idea de enriquecer la piel electrónica con "pelos" artificiales, hechos con microfibras de cobalto revestidas de material vítreo.
Los investigadores los han "anclado" por una extremidad a un soporte elástico realizado con una goma en base a silicio, obteniendo una piel artificial "peluda", que luego testearon en el laboratorio.
Los resultados demuestran que están en grado de reconocer repetidamente diversos estímulos como la brisa, el peso de una monedita o el toque de una mosca. Aplicada en una mano robótica de dos dedos, permite percibir además el deslizamiento de los objetos y su fricción. (ANSA).
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Los robots pronto podrán convertirse en "peludos", con el objeto de imitar mejor el tacto humano.
Este nuevo paso hacia adelante de la robótica se logró gracias a la confección de una nueva piel electrónica enriquecida con pelos artificiales, capaces de advertir estímulos muy ligeros, como por ejemplo la caricia del viento o una mosca que se posa.
Los pelos son útiles también para mejorar la sensibilidad de las prótesis, según destaca en descritos "Acs Applied Materials & Interfaces" los ingenieros del Harbin Institute of Technology, en China.
"Los robots, así como las prótesis, se asemejan siempre más al hombre", explican los investigadores.
"Los prototipos de piel electrónica diseñados son elásticos, capaces de percibir estímulos como la temperatura y la presión, y hasta medir los niveles de alcohol y oxígeno en la sangre, aunque pero no pueden aún reproducir el entero espectro del tacto humano. Por ejemplo, no pueden advertir la brisa, mientras nuestra piel, recubierta en un 95 por ciento por pelos delgados, puede capturar esa sensación".
De aquí la idea de enriquecer la piel electrónica con "pelos" artificiales, hechos con microfibras de cobalto revestidas de material vítreo.
Los investigadores los han "anclado" por una extremidad a un soporte elástico realizado con una goma en base a silicio, obteniendo una piel artificial "peluda", que luego testearon en el laboratorio.
Los resultados demuestran que están en grado de reconocer repetidamente diversos estímulos como la brisa, el peso de una monedita o el toque de una mosca. Aplicada en una mano robótica de dos dedos, permite percibir además el deslizamiento de los objetos y su fricción. (ANSA).
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