Aunque "duela", para muchos lo mejor es dejarlo todo y empezar de cero en otro país que quedarse en su tierra natal con un futuro que "luce incierto".
José Rojas, un odontólogo de 28 años, dijo a ANSA que tomar la decisión de irse "no fue nada fácil", sobre todo si en el país "se quedan mi mamá y hermanos".
"Duele tener que irme pero más duele quedarme con la situación cada vez más apretada por la comida, un sueldo que no alcanza y una inseguridad que no deja vivir", expresó.
Vilma Díaz, educadora de 47 años, comentó a su vez que tras el bloqueo del referendo revocatorio presidencial que intentaba impulsar la oposición como una salida a la crisis, decidió trasladar su proyecto de vida a Colombia antes de que finalice este año.
"Las posibilidades de vivir aquí son agotadoras. El tiempo se nos va en hacer colas (filas) para comprar comida o buscar medicinas", lamentó.
Para Iván de la Vega, profesor de la Universidad Simón Bolívar y director del Laboratorio Internacional de Migraciones, el país está en una situación muy compleja: la gente no puede tomar decisiones con la suficiente capacidad de lógica para que pueda emigrar con un proyecto bien estructurado.
"Las posibilidades de emigrar no son tan sencillas, la gente toma decisiones con lo que se llama las fechas límites, como un revocatorio o elecciones generales", precisó.
En los países de la región, o en los de mayor desarrollo, las barreras de entrada son por otra parte mucho mayores que antes y se están generando puntos críticos en Panamá y Colombia que incluso llegan al nivel de 'no aceptación' de los venezolanos", añadió.
De la Vega, especialista en el tema de migración venezolana, precisó que según cifras de la institución basadas en datos oficiales de los países receptores, a la fecha han emigrado aproximadamente 2,5 millones de personas, que equivalen al 8% de la población total.
"De éstos, más del 50% son cualificados con títulos de profesionales hacia arriba. Tenemos venezolanos en más de 96 países del mundo con visa de residencia o cambio de nacionalidad en los 5 continentes", indicó.
De La Vega señaló además que Venezuela fue receptor de inmigrantes en el siglo XX, pero el deterioro sostenido de las condiciones del país ha favorecido que se convierta en emisor de emigrantes. "Nos estamos descapitalizando intelectualmente, formamos a la gente para que se inserte en otras naciones y esa es una pérdida de conocimiento que es la más alta del mundo en un momento de transición hacia lo que se denomina la sociedad global del conocimiento", fustigó.
Al respecto señaló que la escasez de productos, el mercado laboral, en el que ya no hay posibilidad de insertarse, los salarios que no son competitivos y la inseguridad - el principal flagelo de los últimos 7 años- son determinantes a la hora de partir.
Estados Unidos, España, Italia, Colombia, Panamá, Chile, Argentina y Ecuador son los destinos escogidos por la creciente ola de emigrantes venezolanos ante la crisis política y económica que para muchos pareciera estar lejos de terminar.
Venezuela registra la caída de los precios del petróleo que ha mermado en 70 % los ingresos en divisas y acentuado la escasez de bienes básicos en medio de la inflación que promete cerrar en más de 700% este año, según algunos analistas locales. (ANSA)