Deseo aclarar que la vida es un don preciado, que sólo Dios puede disponer, puesto que es nuestro creador. Fuimos creados a su imagen y semejanzas según las Sagradas Escrituras, por lo tanto, quien mata a un hombre, le hace esa misma ofensa a su creador. Si yo tengo derecho a vivir… mis hermanos también, quién soy yo para disponer de una criatura. Esta es una máxima sencilla, fácilmente asimilable.

Ahora ¿qué pasa por la mente de un dictador, quien manda a matar porque cree que de esta manera no se mancha sus manos? Es obvio que la oscuridad nubla su capacidad de razonar, sus manos no están manchadas, sí su consciencia. Ese o esos muertos le pertenecen y será juzgado por esa acción. Cada una de las personas que perezca durante un gobierno por culpa de la represión, serán cargadas a quien dio la orden para que se realizara un acto de crueldad, es decir, al jefe o líder.

Cabe destacar que todo, absolutamente todo, se revierte. Nuestras acciones, pensamientos, palabras, son devueltas multiplicadas en su intención. Si lanzamos odio, lo recibiremos triplicado, si nuestros pensamientos son de amor, tolerancia y aceptación, seremos tratados con esa misma gentileza. Por lo tanto, nada, absolutamente nada, queda suspendido o se pierde, somos energía y todo lo que se lanza, se devuelve. Por lo tanto, lo que hagamos queda en una cuenta personal que cada uno tenemos y que cargamos como un saco en el lomo, mientras más hechos dolorosos causemos, más peso tendremos en esta vida y luego de ella. Porque no nos escapamos, del juicio divino.

Mucha gente cree que haciendo daño a los otros, no pagará ninguna condena, que eso es una mentira creada por religiosos para meter miedo, sin embargo, vemos cómo la gente sufre a nuestro alrededor y si analizamos ese sufrimiento debemos detenernos a pensar, por qué ocurrió eso, qué ha hecho esa persona para tener tantas tribulaciones y debemos ir al pasado para ver qué hizo, qué dijo, qué pensó que pudo atraerle dolor o que hizo en una vida pasada… Alguien podría asegurar que Hitler no sufrió en vida sus actos, sin embargo, quitarse la vida puede ser lo más doloroso que haya tenido que hacer porque de esa manera ofendió de nuevo a su Creador, él fue creado con amor por Dios y él le pagó haciendo dañó a millones de personas y además, rechazando su regalo. Tampoco sabemos con certeza, qué cuentas entregó, qué lecciones duras debe aprender en otras reencarnaciones. Comprometió su vida futura con sus decisiones. Igualmente lo hicieron, todos aquellos quienes le sirvieron de instrumento para ejecutarlas.

Por esa razón, los jefes tienen toda la responsabilidad sobre lo que pase en sus naciones, igual que un padre en su casa. El líder debe ejercer su autoridad, por lo tanto, es sobre él que recaen las consecuencias de lo que hagan sus liderados. Las guerras son el producto de la oscuridad de la mente humana, sus consecuencias son: dolor, tristeza, destrucción y vergüenza. Nos avergonzamos de lo que nuestros hermanos son capaces de hacer por riquezas, tierras, ejercicio del poder, ideología y mucho más.

Los jefes de gobiernos, líderes deben tomar cada decisión sopesando lo que ésta podría ocasionar a su karma, entender que dar la orden de una masacre, muerte o algo similar, será cargado a su cuenta personal y sólo él será responsable…