“El camino diplomático que queda por delante es el camino de las sanciones y creo que tiene que haber sanciones cada vez más duras que permitan que el régimen venezolano estructure y permita un proceso electoral claro, la construcción de un sistema electoral garantista”, dijo a un grupo reducido de medios, entre ellos Efe.
“Aún hay espacio para la vía diplomática, que en este momento implicaría negociaciones serias para la democratización y el aumento de sanciones contra los personeros (representantes) del régimen y/o el aparato económico y financiero”, explicó el excanciller uruguayo, una de las voces más críticas con el Gobierno de Maduro.
Almagro, al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) desde mayo de 2015, ya se había pronunciado anteriormente a favor de las sanciones a Venezuela aplicadas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
Su opinión es que las sanciones de la comunidad internacional, incluidos los países americanos, son la única vía diplomática que queda para que Maduro se vea forzado a aceptar un proceso electoral con garantías y observación internacional.
Este año deben celebrarse en Venezuela elecciones presidenciales, pero no hay certeza sobre la fecha.
“Hoy Venezuela más que elecciones necesita un proceso electoral nuevo que le permita edificar un sistema garantista que nos permita realizar por ejemplo una observación internacional seria”, consideró Almagro.
“Hoy el sistema electoral de Venezuela después de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y la desvinculación de la empresa (Smartmatic, encargada del recuento de votos) es prácticamente incontrolable, y eso lo han podido ver quienes participaron en el proceso de la Constituyente, en las elecciones regionales y en las elecciones a alcaldes”, agregó.
Almagro subrayó que ese nuevo sistema electoral que reclama debe permitir votar a los venezolanos que viven fuera del país.
“Si hay algo que nos da una dimensión de la crisis que hay en Venezuela es la migración de cuatro millones de venezolanos en los últimos años, eso es muy claro, es una migración más alta que la que ha habido de Medio Oriente a Europa en este tiempo”, indicó.