Los melones japoneses que sólo son para millonarios. Una excentricidad en la isla de Hokkaido
Dos melones de Hokkaido, la isla más al norte de Japón, se vendieron por un monto récord de 3,2 millones de yenes, equivalentes a 25 mil euros, en la primera subasta del año realizada en el mercado mayorista de Sapporo.
El precio de las deliciosas frutas, procedentes de la ciudad de Yubari, se ha más que duplicado en comparación con el año pasado, superando el récord absoluto de 2016, equivalente a 3 millones. Según la cooperativa agrícola local, un total de 507 melones han sido puestos a disposición por solo ocho agricultores en la región, que se hizo famosa por sus cultivos.
El presidente de Hokuyu Pack, que se alzó con las dos frutas, dijo que los melones estarán en exhibición hasta fin de mes para celebrar el 30 aniversario de la empresa de frutas, y luego dejar que los clientes lo prueben de forma gratuita.
Este melón que se cultiva en la ciudad de Yubari, en Hokkaido, que es la segunda isla más grande de Japón, ha adquirido enorme fama mundial.
Se trata de una fruta que se encuentra entre los productos más lujosos del mundo, llegando incluso a sobrepasar a las clásicas delicatessen como las trufas, las ostras o el caviar ruso. Se trata de una fruta híbrida, producto de haber cruzado el Cantaloupe picante americano con un tipo de melón europeo más redondo.
El invento comenzó en los años 60, cuando esta especie cruzada se empezó a cultivar en un suelo rico en ceniza volcánica con un sistema de riego muy complejo cuyo funcionamiento se mantiene todavía en secreto y del que solo se sabe que se hace a través de tuberías colocadas matemáticamente.
Nada puede quedar en manos del azar en el cultivo de este manjar, que crece en unos invernaderos en los que absolutamente todo está estudiado hasta en detalle, desde la temperatura a la pureza del agua y la humedad.
Todo lo que rodea a este fruto de Yubari supone el 97% de la renta agraria de la zona.
Todos los años, a principios de mayo, tiene lugar la subasta de los primeros melones de la temporada, que son también los mejores, los más sabrosos y, por lo tanto, los más caros.
Estos melones se venden en parejas, de hecho es muy común adquirirlos siempre de dos en dos. Son los melones más caros del planeta, sólo al alcance de unos cuantos, y se conocen entre la población local como los "Cadillac de Japón".
A medida que avanza la temporada, sin embargo, los precios se van ajustando, y un Yubari King (como llaman al fruto) puede oscilar entre los 3.000 y 4.000 euros. Es muy habitual comprarlos para regalar en ocasiones especiales, pues tradicionalmente ofrecer esta fruta ha sido un símbolo de agradecimiento y respeto. (ANSA).