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Con un partido más, claro, pues el Milan de Gennaro Gattuso aún debe completar aquel duelo pendiente con Genoa por la primera fecha que se suspendió en señal de duelo por la tragedia originada en el derrumbe del puente Morandi.
Tragedia que dejó un saldo de 43 víctimas fatales que fueron homenajeadas por última vez en un estadio de fútbol la semana pasada en el estadio Luigi Ferraris, donde Italia empató en un gol con Ucrania en un amistoso.
Empate que derivó el silbidos y signos de reprobación para la "azzurra" de Roberto Mancini, DT con pasado en Inter que "salvó la ropa" con el agónico triunfo por 1-0 ante Polonia en Chorzow por la Liga de Naciones de Europa, el domingo.
Aquella escena en el barrio Marassi tuvo como espectador de lujo a Andriy Shevchenko, actual entrenador de la selección de Ucrania con pasado en Milan, cuyo presente hoy elogia y con cuya casaca supo marcarle 14 goles a Inter.
Shevchenko compartía por plantel con Rino Gattuso, hoy al frente del equipo "rojinegro" que con la llegada de nuevos propietarios también cuenta con dos ex históricos referentes en roles dirigenciales: Paolo Maldini y el brasileño Leonardo.
"Observo una línea de trabajo mucho más clara y creo que el camino emprendido para formar un gran equipo es el correcto", destacó Shevchenko, según el cual Gattuso "demostró estar a la altura de la historia de Milan".
Rememorando sus épocas de goleador, el ucraniano palpitó también el choque de artilleros argentinos en el clásico, con Gonzalo Higuaín como estandarte del ataque del Milan, y Mauro Icardi como capitán y referencia en el de Inter.
El "Pipita" festejó cuatro goles en siete fechas, pero sigue al margen de la selección de su país, que hoy sí integró Icardi, autor de tres tantos en el campeonato italiano, en la derrota por 1-0 ante Brasil.
Partido que se disputó en Arabia Saudita y se definió en tiempo adicionado con un gol de Miranda, compañero en Inter de un Icardi que, según Shevchenko, no resulta tan determinante como Higuaín lo es en Milan.
"Será bellísimo verlos frente a frente y, sin querer compararlos, me atrevo a decir que Higuaín en este momento tiene un papel preponderante incluso fuera de la cancha en un Milan con muchos juveniles", explicó.
"Pero Icardi ha crecido mucho en los últimos tiempos y es el líder natural de Inter, como lo demostró en los últimos partidos de Champions, al convertir goles que sirven para ganar partidos", aclaró.
Alessio Romagnoli, que vuelve al equipo recuperado de una dolencia muscular, será el encargado en Milan de intentar anular al capitán "nerazzurro", misión que compartirá con el también argentino Mateo Musacchio.
En el arco estará Gianluigi Donnarumma, titular en la selección italiana, mientras que Milan recuperará también al uruguayo Diego Laxalt recién el jueves tras regresar de la selección "Celeste".
El combinado sudamericano comandado por Oscar Tabárez sufrió dos reveses inesperados en suelo asiático pues cayó, en forma ajustada, por 4-3 frente a Japón luego de perder por 2-1 ante Corea del Sur.
El gol de Uruguay en ese primer amistoso lo convirtió Matías Vecino, ausente ante Japón por una lesión de último momento en el muslo derecho que generó preocupación también en Inter, que ya lo extrañó en la pasada temporada por culpa de una pubalgia.
Si el uruguayo no se recupera a tiempo, Luciano Spalletti deberá optar por el ghanés Kwadwo Asamoah, quien regresó de su selección al igual que Roberto Gagliardini y que el croata Ivan Perisic tras la doble fecha FIFA.
Spalletti sólo podrá contar con plantel completo entre mañana y el jueves para definir el once titular del domingo en el clásico al que Inter llega mejor en virtud de su racha de seis triunfos consecutivos que lo llevó hasta el tercer puesto.
Serie que le permitió revertir un muy mal comienzo en el campeonato en el que ahora está a dos puntos del escolta Napoli y a ocho de una Juventus que parece inalcanzable una vez más para sus rivales y apunta al octavo "scudetto" en fila.
Pese al gran momento de Inter, Spalletti y los suyos prefieren no sentirse favoritos, tal vez para evitar la presión que eso representa o porque, como suele decirse, en los clásicos no hay favoritos. (ANSA).
