El ministro afirmó que quiere cambiar la frecuencia de estos encuentros: el último fue "increíblemente" -afirmó- hace 16 años, pero de ahora en adelante deberá realizarse cada tres.
"La primera línea" de la diplomacia lo necesita para seguir el ritmo de las cambiantes exigencias de los ciudadanos, agregó Moavero, quien identificó entre los principales desafíos la movilidad de los nuevos italianos.
Números menores respecto de los millones que emigraron entre 1800 y 1900, pero una movilidad "más exigente, más temporaria, pero que en ciertos casos se vuelve también definitiva".
Por su parte el subsecretario de Exteriores Ricardo Merlo dijo que "este gobierno tiene una política para los italianos en el exterior y con recursos y tecnología los consulados pueden llegar a la máxima eficiencia".
Los desafíos conciernen a "las nuevas migraciones, la nueva ciudadanía" y alcanzar la eficiencia "en todos los trámites y la rapidez, la gente debe sentirse como en casa, en Italia".
Sobre la reforma de las votaciones en el exterior, con el objetivo de "quitar seis millones de cartas de las calles" y hacer que el sistema sea "eficaz y transparente", se está trabajando en opciones de voto electrónico, en registrarse y en el recuento de los votos en cuatro ciudades distintas. (ANSA).