"Estoy de acuerdo en reducir el número de parlamentarios italianos, pero no estoy de acuerdo en la reducción de parlamentarios elegidos en el extranjero porque ya ahora la representación es totalmente desproporcionada y 18 diputados representan casi 5 millones de ciudadanos".
Merlo lo dijo al margen de la plenaria del Consejo General de Italianos en el Exterior, que concluyó hoy en la cancillería italiana. A juicio del funcionario, el trabajo hecho por el Consiglio Generale degli Italiani all'Estero (CGIE) es muy importante y cualificado, y después de un debate de cuatro meses "dará al gobierno una propuesta para modificar la modalidad de voto en el exterior", aseveró. El Parlamento es soberano, pero el hecho de que esta propuesta provenga de la CGIE tiene un valor agregado porque proviene de los representantes que están en contacto directo con la base y conocen todos los mecanismos de votación.
En su intervención, el subsecretario aseguró que "ya desde la plenaria del próximo año el CGIE puede comenzar a trabajar sobre una posible ley de ciudadanía". El consejo aprobó de modo mayoritario una propuesta que, partiendo de las críticas observadas en el sistema actual por La correspondencia -gran cantidad de papeletas sin validez, casos de tarjetas falsas o robadas- permite la transición al voto electrónico, determinando con una comisión técnica cuál es el sistema que ofrece mayores garantías de seguridad. Mientras espera este pasaje, recomienda algunas correcciones, entre ellas, el código de barras, ya implementado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, para garantizar el rastreo de los envíos electorales y del votante, así como de la subdivisión del escrutinio, actualmente centralizado en Castelnuovo di Porto, en cuatro tribunales de apelación, así como una campaña de información generalizada. (ANSA).