De hecho, según el rito romano y etrusco, cuando se fundó una ciudad, el Decumano se trazaba en línea con el punto en el que salía el sol. Una vez que se obtuvo la medida, los investigadores calcularon al revés la fecha en que el sol salió en ese preciso punto.
Para hacerlo, desarrollaron un programa numérico ad hoc que tuvo en cuenta muchas variables, como el hecho de que el movimiento aparente del Sol alrededor de la Tierra no es perfectamente uniforme sino está sujeto a oscilaciones que se acumulan con el paso de los años, debido, por ejemplo, a irregularidad de la rotación terrestre.
Gracias a ese tipo de viaje en el tiempo realizado al "borde" de los algoritmos llegaron dos fechas: 11-12 de noviembre y 30 de enero. Al analizar los restos arqueológicos y documentos históricos, los investigadores creen que el día más probable es el 30 de enero, porque "coincide con un aniversario particularmente querido por Ottaviano Augusto, es decir, la fiesta de la paz establecida después de la conclusión de las sangrientas guerras alpinas".
Una vez que se identificó el día, el mismo programa permitió también circunscribir el año de fundación, "que resultó el 9 a.C.: una fecha muy querida por Augusto y que coincide con la primera celebración de la fiesta en el Ara Pacis en Roma, en Campo Marzio". (ANSA).