Es cuestión de historia. Todo comenzó el mismo 6 de diciembre cuando en las elecciones parlamentarias por votación de mas de ocho millones de venezolanos la tarjeta de la MUD, la de la manito, sacó ciento doce diputados que significaba el tope para una mayoría calificada de dos tercios, aunque las encuestas a boca de urna de ese dia realizados por empresas especializadas en la materia, otorgaban entre ciento doce y ciento quince diputados, donde estaban incluidos el segundo por lista y el circuito número dos del estado Monagas. Eso significaba que ni Diosdado Cabello ni el pollo Carvajal habían sido electos diputados porque los números no los favorecieron.
En ese mismo momento es cuando entró en juego el general y ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien al principio se había plegado a la decisión del gobierno de NO reconocer los resultados alegando que había fraude, pero gracias a la encerrona que le echaron los tenientes, capitanes, mayores y tenientes coroneles en el auditorio de la Academia Militar de Venezuela, donde le dijeron que ellos habían visto el proceso y en ningún momento observaron que los sectores opositores hubiesen cometido fraude. Por eso el padrino salió en ese momento frente a las cámaras a pedir respeto por los resultados electorales.
Luego de la proclamación de los diputados a partir del lunes 7 de diciembre de 2015, después que la Asamblea Nacional ya había finalizado su mandato de cinco años y solo debía reunirse la comisión delegada cuyo funcionamiento de acuerdo a la ley es de carácter administrativo para aprobar emergencias económicas, Diosdado Cabello como presidente del parlamento después de obligar a magistrados del TSJ que se les vencía el periodo en diciembre de 2016 a “jubilarse”, convocó sesiones extraordinarias a partir de lunes 15 de diciembre para designar a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, porque el objetivo era liquidar esa mayoría nacida el 6 de diciembre 2015.
En ese sentido, Diosdado Cabello al propio estilo de jalisco, violando los lapsos establecidos en la Constitución Nacional, la propia ley del TSJ y el Reglamente interior y de debates de la Asamblea Nacional, llegó a realizar cuatro sesiones extraordinarias seguidas en dos días, mañana y tarde, que terminaron el 23 de diciembre con la designación de manera irregular de 13 magistrados principales y 22 suplentes, incluyendo fichas del psuv que todavía eran diputados activos como Calixto Ortega y otros como Maikel Moreno que trabajaba con Lina Ron en la plaza Andrés Eloy Blanco, en los mal llamados tribunales populares.
Cumplido ya ese trabajo por Diosdado, siete días después, unos fulanos desconocidos introdujeron el 30 de diciembre 2015 ante el TSJ una demanda contra las elecciones en el estado Amazonas, que la Sala Electoral estando de vacaciones se incorporó para admitir en menos de 24 horas un presunto fraude electoral con una grabación anónima que no se sabe quién habla en ella, prohibiendo de forma categórica a todos los diputados de Amazonas incorporarse hasta tanto no se realizaran las investigaciones que determinaran que ocurrió. Cuatro años después la sala electoral no ha dicho todavía que fue lo que paso en las elecciones de Amazonas.
Sin embargo, el pueblo venezolano tenía la esperanza que a partir del cinco de enero 2016 la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional surgida de las votaciones del seis de diciembre de 2015, con mayoría calificada de dos tercios anulara las sesiones con las cuales Diosdado Cabello atropello la Constitución Nacional, la ley del TSJ y el reglamento interior y de debates, pero no lo hicieron. Tampoco nombraron un nuevo CNE y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia, tal como había sido ofertado en la campaña electoral de las parlamentarias de 2015, que era lo prioritario. Se dedicaron a aprobar leyes un poco populistas y sin trascendencias.
Hasta los momentos son 32 los diputados atropellados por el régimen utilizando como brazo ejecutor el TSJ nombrado en diciembre de 2015. Diputados como Edgar Zambrano y Gilber Carol fueron detenidos por el Sebin y están desaparecidos. El resto están huyendo de la tiranía en otros países. Igualmente, el mismo brazo ejecutor del TSJ ha dictado 97 sentencias ilegales en contra de la Asamblea Nacional para anularla en sus funciones. Ahora pulsean con elecciones adelantadas de la Asamblea Nacional para frenar el cese de la Usurpación. Por lo tanto, mas que gárgaras con la palabra dialogo, hay que empujar una protesta nacional indefinida, tal como fue anunciada la noche del 30 de abril 2019.
Gerónimo Figueroa Figuera CNP: 569 @lodicetodo