La compañía aérea British Airways deberá pagar una multa de 183 millones de libras esterlinas (cerca de 204 millones de euros) por el ataque de piratas informáticos el año pasado, cuando robaron los datos de las tarjetas de crédito y de los pasaportes de 500 mil pasajeros.
Una dura sanción -cercana al 1,5% de la facturación global de la compañía en 2017- y la primera basada sobre las nuevas normas de la Unión Europea en materia de protección de datos entrada en vigor en mayo de 2018.
British Airways se manifestó "sorprendida y desilusionada" por la multa reiterando sus disculpas por "cualquiera inconveniente causado", pero la ICO, la autoridad británica para la privacidad y la protección de los datos, fue clara.
"Los datos personales de las personas son, de hecho, personales", explicó a la BBC la directora Elizabeth Denham.
"Si una organización no logra protegerlas del robo, daño o pérdida, es más que un inconveniente. Si alguno le confía sus datos personales, debe tener cuidado", resaltó.
La compañía informó en un principio que el incidente afectó a 380.000 clientes, que luego rebajó a 244.000 pasajeros. Sin embargo, la ICO elevó ahora a 500.000 el número de potenciales afectados.
El presidente y director ejecutivo de British Airways, Alex Cruz, insistió en decir que la compañía no encontró ningún fraude o actividad ilícita en los perfiles de los clientes afectados por el robo.
El ataque de piratas informáticos ocurrió entre la noche del 21 de agosto y el miércoles 5 septiembre de 2018 pero la ICO está convencida de que todo comenzó dos meses antes, en junio.
Los piratas informáticos se apoderaron de los datos de viaje, direcciones de correo electrónico, números y fechas de vencimiento de las tarjetas de crédito, e incluso el código de seguridad ubicado en la parte posterior. El hecho fue revelado el 6 de septiembre pasado por el Times y otros periódicos. En ese momento, Cruz lo llamó "un ataque cibernético criminal sofisticado y malicioso", pero para ICO todo dependía de los sistemas de seguridad de la compañía, que resultaron ser poco eficaces.
Después del anuncio de la multa las acciones de International Consolidated Airlines (IAG) -el mega grupo anglo-español que, además de British Airways, posee Iberia, Vueling y Aer Lingus- cayó un 1,5%. Ahora British Airlines tiene 28 días para apelar. El dinero de la multa se dividirá entre las distintas autoridades europeas, mientras que el que pertenece al ICO terminará directamente en el Tesoro británico. (ANSA).