La tormenta tropical Dorian, la quinta de esta temporada, es vigilada hoy por Cuba ante la amenaza de convertirse en huracán y alcanzar a Puerto Rico y República Dominicana esta semana.
Los servicios de meteorología de la región, incluyendo los de Cuba y Estados Unidos, observaban el movimiento de la tormenta, considerada como peligrosa por su posición geográfica y por la época del año.
Por ahora en la isla no se anunciaron medidas de prevención ciclónica, pero los servicios meteorológicos colocaron su atención sobre la tormenta.
El aviso número uno del Instituto de Meteorología cubano dijo que Dorian "ganó en organización" y estaba situado a unos 1.300 kilómetros al este-sudeste de Barbados, en el grupo sur de las Antillas Menores en el Caribe.
Las últimas advertencias señalan que la tormenta se mueve con ráfagas de vientos de 85 kilómetros por hora, una presión mínima central de 1.010 hectoPascal y se desplaza al oeste a unos 19 kilómetros por hora.
El movimiento al oeste, si lo mantiene, la llevará a acercarse a Puerto Rico y República Dominicana.
Eventualmente y de acuerdo con los exámenes de trayectoria despierta interés en países caribeños e incluso en el sur de Estados Unidos. Un pronóstico indica que podría quedar convertida en un huracán de poca intensidad el miércoles o jueves próximos.
La quinta depresión ciclónica caribeña en la temporada de 2019, que comenzó el pasado 1ro de junio y terminará el próximo 30 de noviembre, transcurrió inusualmente tranquila hasta el surgimiento de Dorian. El "cómplice" de esta tranquilidad relativa, rota con algunas tormentas de verano de cierta fortaleza e intensas lluvias, es el polvo de Sahara, según meteorólogos locales.
El fenómeno suele comenzar en junio cada año y se prolonga, cuando es extraordinario, a la primera quincena de agosto.
El polvo inhibe condiciones climáticas necesarias para que un huracán se forme.
No obstante, el "regalo" del Sahara a través de las altas capas atmosféricas al Caribe no es una panacea. Meteorólogos regionales lo acusan de "enriquecer" nutrientes para el mal oliente sargazo en su paso por el océano Atlántico, que sigue tocando playas caribeñas de las cuales suele espantar al turismo.
También es sospechoso de causar "traumas" del clima como sequías extensas e incluso de llevar de un lado al otro del planeta ciertas enfermedades.
No obstante, los huracanes suelen ser el monstruoso obstáculo para las islas caribeñas, costas turísticas mexicanas y regiones del sur de Estados Unidos.
Un comunicado de hoy del Centro Nacional de Huracanes, en Miami, dijo que la velocidad de los vientos de Dorian se acercan a los 95 kilómetros por hora y podrían llegar a los 120 kilómetros esta semana para pasar a ser un huracán categoría uno. (ANSA).
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