Juventus gana, pero no parece asustar a sus rivales como solía hacerlo y hoy fue Brescia el que se le animó al octacampeón del "Calcio", lo sorprendió en el inicio y casi le da un disgusto aunque terminó perdiendo 2-1 de local.
Como el sábado ante el también ascendido Hellas Verona en Turín, Juventus arrancó en desventaja hoy en el estadio Mario Rigamonti apenas iniciado uno de los dos partidos que pusieron en marcha la quinta fecha del campeonato italiano.
Alfredo Donnarumma, delantero del Brescia que no tiene parentezco con Gianluigi, arquero del Milan, abrió la cuenta con un derechazo que dejó sin chances al polaco Wojciech Szczesny tras una gran jugada del brasileño Romulo a los 4'.
En la fecha anterior había sido el portugués Miguel Veloso el que sorprendió a Gianluigi Buffon a los 20', resultado que el equipo de Maurizio Sarri remontó con gol del galés Aaron Ramsey y un penal de Cristiano Ronaldo.
Hoy, sin el astro portugués en el equipo, fue el venezolano Jhon Chancellor el que le facilitó la tarea a Juventus al intentar despejar un tiro de esquina del argentino Paulo Dybala que terminó en el fondo de su propia valla a los 40'.
Así se fueron al descanso al final de un primer tiempo en el que la visita reaccionó de inmediato al gol de desventaja con un remate apenas alto del francés Adrien Rabiot a los 9' tras una combinación con Dybala.
Un rato después, el brasileño Danilo dejaba la cancha con una dolencia muscular para que ingresara el colombiano Juan Guillermo Cuadrado, quien intentó asociarse en ataque con Dybala y con su compatriota Gonzalo Higuaín.
Pero Brescia, que venía de derrotar por 1-0 a domicilio a Udinese (que hoy empató sin goles como visitante en Verona frente a Hellas en el arranque de la jornada), le cerró bien los caminos a Juventus y esperó para lastimar de contragolpe.
Dybala fue quien intentó abrir el cerrojo propuesto por el equipo de Eugenio Corini, que con un gran despliegue físico y una alta dosis de voluntad emparejó las acciones ante un rival superior a pesar de las ausencias.
Casi logra sorprenderlo por segunda vez en el partido Mario Balotelli con un tiro libre de media distancia que encontró muy atento a Szczesny para desviar el peligro, pero fue Juventus la que encontró el empate en ese tiro de esquina de Dybala.
Empatados se fueron al descanso, al regreso del cual ninguno de los equipos presentó variantes así como tampoco se modificó el planteo de uno y otro, con Juventus buscando y Brescia esperando para meter alguna contra.
A los 54', Higuaín estuvo a punto de festejar, pero el arquero finlandés Jesse Joronen le ahogó el grito de gol, un minuto antes de que Chancellor se reivindicase conjurando el peligro sobre la línea de sentencia ante un remate de Rabiot.
Para entonces, Juventus ya merecía más y tuvo premio a su búsqueda incesante en un tiro libre de Dybala que se desvió en la barrera y le cayó al bosnio Miralem Pjanic, quien estableció el 2-1 que sería definitivo a los 63' con un potente derechazo.
Con la ventaja, los papeles se invirtieron y fue Brescia el que debió adelantarse en busca del empate ante un rival agazapado que esperó el momento justo para lastimar y sentenciar el pleito.
El gol de diferencia mantuvo en partido a Brescia, que a pesar del despligue realizado y del cansancio fue por la igualdad y contó con alguna ocasión de peligro, al igual que Juventus, que sobre el final pudo haber aumentado su ventaja.
No hubo tiempo para lo uno, ni para lo otro y festejaron los de Sarri, que momentáneamente vuelven a treparse a la cima de la tabla de posiciones a la espera del partido que Inter jugará el miércoles en Milán frente a Lazio.
Brescia estuvo a punto de lograr su primer empate en el torneo nada menos que frente al campeón, pero terminó sufriendo su tercera derrota en cinco partidos de los cuales había ganado los restantes dos.
Más allá del traspié, los más de 18.000 aficionados que se dieron cita en el Rigamonti parecieron satisfechos con la actuación de su equipo, que demostró estar en el camino correcto en pos del objetivo de mantenerse en primera.
Juventus ganó y por ahora manda, aunque no asusta como antes. (ANSA).
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