Palermo es una ciudad capital de la región autónoma de Sicilia y de la Ciudad metropolitana de Palermo. En ella habitan 860 000 personas (2016) y en su aglomeración urbana cuenta con cerca de 980 000, cifra que aumenta hasta 1 500 135 habitantes en toda su área metropolitana (la quinta más poblada de Italia).
Su historia milenaria le ha dotado de un considerable patrimonio artístico y arquitectónico que abarca desde restos púnicos hasta casas de estilo Art Nouveau, pasando por residencias de estilo árabe y normando, iglesias barrocas y teatros neoclásicos. Para actividades culturales, artísticas y económicas fue una de las ciudades más grandes del Mediterráneo y hoy es un apreciado destino estival para el turista que visita tierras italianas.
En julio de 2015, el conjunto «Palermo árabe-normando y las catedrales de Cefalú y Monreale» fue incluido en la lista del patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
"Palermo es una cebolla. Está hecha de capas. "Cada vez que quitas una encuentras otra capa debajo", así presenta su ciudad el periodista Roberto Alajmo en una ocurrente guía de la capital siciliana. Palermo posee una herencia histórica compleja y un considerable patrimonio de tesoros: algunos saltan a la vista, otros están más escondidos. Así que lo mejor es empezar a buscarlos.
1. Aprendamos a orientarnos
Plaza Villena o i “Quattro Canti” – Palermo
Orientarse en Palermo es fácil. Todo gira en torno a un centro topográfico y simbólico, la plaza Villena. Los palermitanos prefieren llamarla i Quattro Canti, en referencia a las cuatro fachadas simétricas de los edificios que se asoman a la plaza. De forma octogonal, se encuentra en el cruce entre las dos calles principales de la ciudad: via Maqueda y via Vittorio Emanuele, llamada también il Cassaro. A propósito, con la visita a Palermo aprenderá que todo, o casi todo, tiene un nombre oficial y un nombre de uso común. I Quattro Canti divide el centro histórico en cuatro barrios o distritos: Palazzo Reale, Monte di Pietà, Castellamare y Kalsa-Tribunali.
Plaza Pretoria – Palermo
A pocos pasos de la plaza Villena encontramos la plaza Pretoria, rebautizada por el pueblo con el nombre de la Vergüenza debido a la gigantesca fuente que domina la plaza. Hay quien dice que el sobrenombre se debe a las estatuas desnudas que la adornan, pero lo más probable es que fuera fruto de la indignación popular por el alto precio pagado por el Senado palermitano por la compra de la fuente.
Iglesias de Santa Maria dell'Ammiraglio y de San Cataldo – Palermo
A poco más de cien metros de distancia se encuentran las Iglesias de Santa Maria dell’Ammiraglio (aunque los palermitanos prefieren llamarla “La Martorana”) y de San Cataldo y, si le parece, aprovechamos la ocasión para retirar la siguiente capa: la Palermo árabe-normanda.
2. Tres culturas, un único estilo: la Palermo árabe-normanda
La armoniosa fusión de culturas distintas ha creado en Palermo un estilo único en el mundo, el llamado árabe-normando, incluido en 2015 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. A las dos influencias que componen el nombre debe añadirse al menos una tercera, la bizantina, evidente en los espléndidos mosaicos que embellecen el interior de algunos monumentos.
Capilla Palatina – Palermo
El conjunto UNESCO incluye nueve edificios civiles y religiosos: siete se encuentran en Palermo, mientras que para visitar los otros dos es necesario salir de la ciudad para disfrutar de unas excursiones inolvidables. A apenas 5 km de Palermo se encuentra la deslumbrante Catedral de Monreale. Su decoración de mosaicos del interior, que ocupa 6.340 m2... ¡le dejará sin palabras! Otro monumento UNESCO situado fuera de Palermo es la Catedral de Cefalú, situada en una espectacular ubicación bajo la roca que domina el pueblo, a dos pasos del mar.
3. Los colores, olores y sonidos de los mercados
Mercado del Capo – Palermo
Ha llegado el momento de abandonarse a los éxtasis sensoriales y disfrutar de un paseo por los mercados históricos de Palermo: la Vuccirìa, Ballarò, el Capo y Borgo Vecchio. Recorra los puestos de fruta, verdura, carne y pescado, mientras los vendedores cantan las cualidades de sus productos con la típica vanniata o banniata palermitana, una letanía recitada en voz alta no siempre fácil de entender por el "forastero", que recuerda vagamente la llamada del almuecín. Por la noche los mercados se transforman y reviven convirtiéndose en el lugar de encuentro de los jóvenes.
Si tiene hambre, está en el lugar adecuado: Palermo es una de las capitales mundiales del street food. Pruebe las delicias ofrecidas en los mercados, en los bares, en las calles y plazas: arancine (croquetas de pasta de arroz), panelle (frituras de harina de garbanzo) y crocché (croquetas de patatas y huevo), pani ca meusa (bocadillo de bazo y pulmón de ternera), sfinciuni (pizza siciliana), stigghiole (pinchos de tripas de cordero), pulpo hervido, para citar solo algunas de las exquisiteces locales.
Pane y panelle – Palermo
4. Tras las huellas de la Santa Inquisición
Sede actual del Rectorado de la Universidad, el Palacio Chiaramonte-Steri fue construido por el poderoso miembro de la aristocracia siciliana Manfredi Chiaramonte, en el siglo XIV. Posteriormente se convirtió en la sede de la Inquisición, activa en Sicilia desde el siglo XV al XVII. Altamente recomendada es la visita guiada: momentos culminantes con la visión del cuadro de Guttuso, “La Vuccirìa” (dedicado al famoso mercado), el Salón de los Barones con el techo de madera decorado con historias y leyendas medievales y las cárceles de la Inquisición, que se hicieron famosas por los graffiti realizados por los presos.
Palacio Chiaramonte Steri
Las condenas eran generalmente ejecutadas en la contigua Plaza Marina, dominada hoy por los espléndidos Jardines Garibaldi. Atraviese la verja de entrada y disfrute de unos minutos de relax a la sombra de uno de los ficus más viejos y grandes de Italia. Y si puede, vuelva el domingo por la mañana para intentar hacer un buen negocio en el entretenido mercadillo de segunda mano, o bien por la noche, cuando la plaza y sus alrededores presentan una bulliciosa vida nocturna.
Annunciata de Antonello da Messina, Palazzo Abatellis – Palermo
A pocos pasos de la plaza se encuentra el Palacio Abatellis, sede de la Galería Regional de Sicilia, pequeño e interesante museo de arte que alberga obras maestras como L’Annunciata de Antonello da Messina y el extraordinario y gigantesco fresco del Triunfo de la Muerte.
5. El encanto del Teatro de títeres
A pesar de las dificultades, el denodado esfuerzo de algunos titiriteros sicilianos mantiene viva la tradición del Teatro de títeres siciliano, primera expresión de cultura italiana inscrita en 2008 en la lista de Patrimonios Orales e Inmateriales de la Humanidad de la UNESCO.
Teatro dell’Opera dei Pupi – Palermo
Regrese a la infancia ante la narración, antiguamente épica, maravillosa e irónica, de las armas y de los amores de los paladines de la corte de Carlomagno, que luchaban contra sarracenos, monstruos y hechiceros.
6. Relax en la playa
Mondello – Palermo
Agua cristalina, arena finísima, vistas espectaculares. Hablamos de la playa de Mondello, aldea de Palermo conocida también por sus chalés de estilo Liberty. Para disfrutar de un día de sol o deambular por el paseo marítimo, no es ni mucho menos necesario que venga en verano: estamos en Sicilia y, con un poco de suerte... ¡podrá disfrutar de unos placenteros momentos de relax en cualquier época del año!
Teatro Massimo – Palermo
¡Todavía nos quedan muchas capas por quitar! Le dejamos con un último consejo. Cuando vaya a Palermo, mantenga todos los sentidos en alerta: preste atención a los detalles, escuche los sonidos, siga las sombras y las huellas de perfume... La verdad es que en cada rincón de esta inmensa ciudad se oculta un posible y apasionante descubrimiento.
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