Historia
Nacida como asentamiento etrusco, la ciudad pasó a los aulercos cenómanos y después a los romanos.
Posesión de los Canossa entorno al año mil y después independiente, formó parte de la Liga Lombarda en los siglo XII y XIII.
Fue con Luigi Gonzaga, señor de Mantua desde 1328 - 1708, que inició su período de máximo esplendor cultural y artístico. El nombre de Gonzaga ha permanecido ligado a la suerte de la ciudad y del ducado hasta 1360, cuando Mantua se rindió al asedio de los austríacos.
Unida al reino lombardo-véneto, la ciudad luchó fuertemente por la independencia y la unidad nacional, como cuenta su historia marcada por el trágico episodio de “los mártires de Belfiore”.
Lo que hay que ver
Entre las primeras cosas que hay que ver se encuentra el Palacio Ducal y sus 500 salas decoradas con frescos por artistas como Giulio Romano, Rafael o Mantegna. Con los numerosos edificios unidos por pasillos y galerías, sus patios y jardines, este bello lugar se presenta casi como una auténtica ciudad-palacio que se extiende a lo largo de casi 35.000 metros cuadrados.
Cerca de la Plaza de las Hierbas surgen otros dos maravillosos edificios: el Palacio de la Ragione y el Palacio del Podestá (1227), uno de los más antiguos edificios públicos medievales de la ciudad.
Junto a los dos palacios no hay que perderse la Torre del Reloj del siglo XV. En la zona este surge el grandioso Palacio Te, uno de los lugares más bellos de Mantua, en medio del verde y concebido como lugar de ocio y de distensión por el príncipe Federico II Gonzaga.
Entre los lugares religiosos destaca el Duomo o Catedral de San Pedro, con su característico campanario románico, el lado derecho gótico y la fachada neoclásica; destaca también la Basílica de San Andrés, proyectada por León Battista Alberti, que acoge obras de Mantegna, de Correggio y de Giulio Romano.
Lo que hay que hacer
Llena de inestimables tesoros artísticos, Mantua, patria del poeta Virgilio, conquista con su encanto aristocrático.
Uno de los mejores modos de visitarla es recorrerla en bicicleta, disfrutando de cada uno de sus rincones que esconden las huellas de los potentes Gonzaga, que tanto la amaron y que la embellecieron con palacios maravillosamente decorados.
Otras de las ciudades de las zonas de los alrededores están dotadas de largos carriles bici en óptimas condiciones que permiten explorar prácticamente sin límites todo el tejido urbano y la periferia.
No hay que dejar de hacer una visita a la bella Sabbioneta, pequeña joya urbana de inestimable valor, nacida del sueño humanístico de Vespasiano Gonzaga y que, junto a Mantua, ha sido declarada lugar Unesco.
Es el escenario de la ópera Rigoletto.
Rigoletto es una ópera en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basado en la obra teatral Le roi s'amuse, de Víctor Hugo. Estrenada el 11 de marzo de 1851 en el teatro La Fenice de Venecia, forma junto con El trovador y La traviata (ambas de 1853), la trilogía popular operística que compuso Verdi a mediados de su carrera.
Se trata de un drama de pasión, engaño, amor filial y venganza que tiene como protagonista a Rigoletto, el bufón jorobado de la corte del Ducado de Mantua.
Información útil
Cómo llegar
En tren
Estación de Mantua, Plaza Don Leoni
En avión
Aeropuerto de Verona “Valerio Catullo”
Aeropuerto de Parma “Giuseppe Verdi”
Aeropuerto de Bergamo – Orio al Serio
Aeropuerto de Montichiari (Brescia) “Gabriele D’Annunzio”
En barco
A través del río Mincio. Servicio ofrecido por Motonavi Andes