Esta localidad es conocida sobre todo por sus manantiales de agua mineral sulfúrea utilizada desde la Antigüedad. Siguen siendo numerosos los turistas que eligen Tívoli para disfrutar de los beneficios de las numerosas estructuras termales.
Tívoli es también famosa por la presencia de dos villas hoy Patrimonio de la Humanidad UNESCO: Villa Adriana y Villa D'Este.
Villa Adriana
Vista aérea del llamado Teatro Marítimo en Villa Adriana
Construida por el emperador Adriano como residencia imperial, se accede a través de dos caminos (Vía Tiburtina y Vía Prenestina) o navegando a través del río Aniene. En la villa el emperador quiso reproducir los monumentos que durante sus numerosos viajes, especialmente a Grecia, le habían fascinado: Pecile, Canopo, Accademia, Liceo. Y es justamente desde estos monumentos que parte nuestro tour.
El Pecile es un enorme jardín, rodeado de un pórtico con una piscina central que se frecuentaba durante los paseos en verano e invierno.
A través de una serie de construcciones termales se llega al Canopo (nombre de una antigua ciudad unida a Alejandría por un canal navegable): se trata de un largo canal de agua decorado con columnas y estatuas que culmina en un templo con cúpula.
En la linea del valle del Canopo se elevan los restos de dos lugares termales: las Grande Terme (Termas Grandes)y las Piccole Terme (Termas Pequeñas). Estas últimas estaban dotadas de un frigidarium abierto y de una sala redonda con cúpula a cassettoni donde se abrían cinco grandes ventanales. Decoradas con preciosos estucos, estos edificios estaban dedicados a la familia imperial y a sus invitados.
Las Grande Terme, reservadas al personal de la villa, presentan un sistema de calefacción colocado bajo el pavimento y una imponente sala circular dedicada a sudatio. Cabe destacar la bóveda cruzada de la sala central aún hoy en perfecto equilibrio, a pesar de la caída de uno de los cuatro puntos de apoyo.
Sin lugar a dudas los lugares que se deben visitar dentro de la Villa son muchos y entre ellos recordamos la academia, el estadio, el palacio imperial, la Sala dei Filosofi, el teatro griego y la Piazza d'Oro. Esta última es una majestuosa estructura que desarrollaba funciones de “representación” y contemplaba un vasto peristilo enriquecido con finísimos estucos.Para terminar, entre los edificios nobles, merece la pena una visita al espléndido Teatro Marítimo: una especie de isla con un columnado jónico, rodeada de un canal. En su interior se albergaba el refugio privado del emperador al cual se accedía a través de un sistema de puntos móviles.
Villa d'Este
La construcción de Villa d'Este fue un deseo del cardenal Hipólito d'Este, gobernador de Tívoli desde el 1550, que quiso hacer revivir en esta Villa las fastuosas cortes de Ferrara, Roma, Fointanebleau.
La impresionante concentración de fuentes, grutas y juegos de agua, representó un modelo copiado innumerables veces en los jardines europeos del manierismo y del barroco.
De particular importancia son las salas de la planta noble del Palacio, decoradas por un nutrido grupo de artistas del tardo manierismo romano.
Cabe señalar el espléndido jardín de Villa d'Este, ideado por el pintor y arquitecto Pirro Ligorio. Articulado mediante terrazas, escalones, caminos y pendientes, el jardín recuerda los Jardines Colgantes de Babilonia, mientras el sistema de distribución de aguas, con un acueducto y perforaciones subterráneas evoca la inteligente ingeniería romana.El mayor impacto escenográfico lo encontramos en el Viale delle Cento Fontane, las cien fuentes a las que alude el nombre bordean un camino de 100 metros de largo, a la izquierda del cual se encuentra la Fontana dell'Ovato, la más barroca de la villa por su extraordinario tratamiento de la piedra, sus rocas ornamentales y sus flujos de agua que representan los Montes Tiburtinos, de los cuales descienden los tres ríos, Ariene, Erculaneo y Albuneo.Debajo del Viale delle Cento Fontane se encuentra la Fontana Dei Draghi, que debido a su posición central, aparece como el corazón del parque. La leyenda dice que esta fuente vino realizada en una solo noche, en septiembre de 1572, como homenaje al papa Gregorio XIII, que era alojado como invitado a la villa. En la parte más baja del jardín se encuentra la Rotonda dei Cipresi: una plaza rodeada de gigantescos cipreses de siglos de antigüedad.
Seguramente la fuente más importante y llamativa de Villa d'Este es la Fontana di Nettuno, realizada originalmente por Gian Lorenzo Bernini y restaurada en el siglo XX.Debido a su belleza se convirtió en un modelo para numerosas fuentes durante el Setecientos. Completa la escenografía, por encima de la Fontana di Nettuno, la Fontana dell'Organo. Esta obra debe su nombre al mecanismo de agua situado en su interior que todavía hoy general motivos musicales de órgano para el público. (Italia.it)