En el día en el que Italia muestra un récord de curados -2.099 en las últimas 24 horas- y Cofindustria está presionando al gobierno y al premier Giuseppe Conte para pedir poner fin al bloqueo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) frena el comienzo de la "fase 2".
"No hay aún una disminución neta" de los contagios "sino solo una desaceleración, la reapertura ahora es difícil", sostiene el organismo sanitario con cautela.
Una posición que alimenta las tensiones en el gobierno, ya dividido por las elecciones a tomar inmediatamente después de la Pascua cuando deberá ser renovado el DPCM (Decreto del Presidente del Consejo de Ministros) con las medidas de contención y con las limitaciones a los desplazamientos.
Conte decidirá antes del sábado, incluso un dato ya es claro para todos los italianos: no habrá la "libertad para todos", no se volverá a circular libremente; no se volverá a correr en los parques, no abrirán los negocios, bares ni restaurantes.
Todo esto el gobierno considerará en las próximas semanas también sobre la base del mapa que el INAIL (Instituto Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo) está preparando, con todas las actividades laborales y el índice de riesgo relacionado.
El objetivo es indicar la línea de conducción sobre la modalidad con la que las diversas profesiones podrán reanudar sus actividades.
El mapa prevé tres diversos índices de riego (bajo, medio y alto): cada nivel debería corresponder a medidas adecuadas de protección y de distanciamiento social. La razón es la de suministrar una serie de medidas organizativas para permitir la reanudación de las actividades, con particular atención a los trabajadores frágiles y a las situaciones donde es necesaria una vigilancia sanitaria especial.
Por ahora se quedan aún en casa, incluso si los datos de los próximos días continúan manteniéndose sobre una tendencia positiva. El incremento de las víctimas descendió por cuarto día consecutivo y es el segundo día más bajo desde el 10 de marzo, deteniéndose en 542; son en cambio cinco días en los cuales se registra un descenso de los hospitalizados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI): incluso hoy 99 menos respecto al martes.
Continúa también la baja en el número total de ingresados en los hospitales: el pasado martes eran 258 menos, hoy son 233 menos. Números fortalecidos por aquellos sobre las pruebas efectuadas, visto que estos últimos están aumentando día a día y hoy superaron los 50.000. Todo esto sin embargo no basta para que la ciencia diga que se puede reanudar las actividades sin riesgo.
El vicedirector de la OMS, Ranieri Guerra, es clarísimo: abandonar las medidas de contención sería "perjudicial": la curva está disminuyendo pero puede volver a subir con nuevos brotes" y esto "anularía todos los sacrificios hechos hasta ahora. Es el momento de cerrar filas". Que en el lenguaje de los científicos significa que es muy temprano para la reapertura.
Una posición compartida plenamente por el ministro de Salud, Roberto Speranza, que, según fuentes filtradas allegadas a él, está haciendo "trabajo de persuación" para invitar a la cautela también en lo que se refiere a la reapertura de las actividades productivas". Línea diametralmente opuesta a aquella de Italia Viva que, en estela al pedido que llega de Confindustria, pide remodelar las medidas para permitir a la economía empezar nuevamente.
Tensiones que Conte deberá resolver antes del sábado para lanzar el nuevo DPCM. En tanto hoy se reunió en el Palacio Chigi con los jefes de las delegaciones de la mayoría del gobierno para afrontar los problemas abiertos y en las próximas horas se verá con los sindicatos y empresas.
¿Qué sucederá entonces el 14 de abril?. La impresión es que al final la línea dura prevalece incluso si el premier está dispuesto a dar una "señal" de repertura. Por esto es probable que la nueva disposición se limite a confirmar las medidas ya en acción y conceder una pequeña ampliación de la lista de actividades permitidas, a partir de papeleras y librerías.
Todo lo demás se pospondrá hasta comienzos de mayo. ¿Cómo? Una indicación llega aún de la OMS e imita los dos pasos hipotizados por el gobierno. En sustancia, una reapertura "por fases", dice Guerra, para "clases de trabajo, tipología geográfica y clases de edad": se da un paso y luego, después de un par de semanas se procederá con las aperturas sucesivas a modo de contener la eventual explosión del nuevo brote. Pero solo si se cumplen los "requisitos mínimos": es decir, la capacidad por parte del sistema sanitario de identificar con absoluta certeza dentro de las 24-36 horas la presencia casuística sospechosa, con una presencia difundida sobre el territorio. Y sin eso, es la otra advertencia de la OMS, confiar en los test serológicos, porque "una prueba 100% no existe.
Olvídense de que haya la patente de inmunizado". (ANSA).