Los números de la epidemia de Covid-19 en Italia continúan proporcionando un marco en línea con lo que se está observando desde hace días, aunque algo nuevo emergió en la comparación entre los datos sobre defunciones proporcionados por la Protección Civil con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (ISTAT).
Así, "los datos de dos instituciones italianas proporcionan un panorama diferente, en cuanto a las muertes reportadas por el ISTAT son superiores respecto de aquellas certificadas como causadas por el Covid-19, pero sobre todo indican una modalidad diferente en el tiempo", observó el físico Federico Ricci Tersenghi, de la Universidad Sapienza de Roma.
Es decir que la curva que se puede deducir de los datos de ISTAT tiene una tendencia diferente de la meseta que se ve desde hace un tiempo y que indicaría un pico ocurrido alrededor del pasado 20 de marzo.
En tanto, los datos brindados hoy por la Protección Civil indican 809 casos en 24 horas y 482 muertos más que ayer, mientras siguen reduciéndose los ingresos en terapia intensiva, con 79 menos en un día.
"No hay sorpresas en esos datos", declaró Ricci Tersenghi.
"Seguimos viendo una meseta en muchas regiones. Van mejor los números relativos a las hospitalizaciones y a las terapias intensivas, pero los relativos a los fallecimientos son constantes desde hace semanas y no parece haber una disminución neta", prosiguió.
Con respecto a los nuevos casos, en los últimos días se registra un aumento en Lacio, aunque si se consideran las muertes en esa región, hay una meseta, así como en Toscana y en Liguria, mientras en Emilia Romaña la curva descendía muy lentamente, tanto que en los últimos 30 días pasó de 90 a 60 muertos al día.
Véneto también continúa registrando cada día el mismo número de muertes desde hace 25 días ahora. "Es una meseta que continúa extenuante, aunque los hospitales no están en crisis. Estos son números difíciles de explicar". Sin embargo, sobre la base de analizar los datos del ISTAT, se advierte algo novedoso. Los datos involucran el número medio de fallecimientos en los últimos años y el número total de las muertes producidas desde principios de 2020 hasta el 4 de abril. Cuando del total de muertes se sustrae del número medio de fallecimientos ocurrido en años anteriores, se observa un exceso de muertes por la epidemia que incluyen tanto decesos causados directamente por Covid-19, como otros indirectamente relacionados con el nuevo coronavirus, En el segundo caso, se trató de fallecimientos debidos, por ejemplo, a patologías normales que no fueron posibles ser tratadas por el colapso que padecía el servicio sanitario. Así, surgieron "dos anomalías", señaló Ricci Tersenghi. La primera tuvo que ver con el hecho de que "el número real de muertes ha sido mucho más grande en las regiones más afectadas". En Lombardía, por ejemplo, fue casi el doble. La segunda anomalía está en el hecho de que se desplazó la fecha del pico, que "en todas las regiones más afectadas parece haber ocurrido alrededor del 20 de marzo", aseveró el experto. Una indicación que confirma las expectativas y pronósticos estadísticos: "es exactamente lo que se esperaba y lo que no vimos", puntualizó. En ese sentido, también aseveró que también fue una señal "de retrasos que probablemente se produjeron en el momento en el cual hubo muertes. En la práctica seguimos viendo un panorama que se remonta a al menos 20 días antes: 'una fotografía no real'". Por esa razón, concluyó Ricci Tersenghi, "sería importante que el Istituto Supriore di Sanità (ISS) y el ente estadístico (ISTAT) interactúen con el propósito de validación de datos, antes de que se tomen decisiones muy importantes en vista de la fase 2". (ANSA).