La Bienal de Venecia "comprimió" el calendario de sus principales eventos, concentrándolos en el último trimestre del año, pero confirmó las fechas de la Muestra de Cine, del 2 al 12 de septiembre, pareciendo cerrar las puertas al diálogo con el Festival de Cannes.
El presidente de la Bienal, Roberto Cicutto, trazó el programa modificado hoy por la emergencia sanitaria del coronavirus, con la esperanza de que surjan de la crisis nuevas oportunidades.
Entretanto el 64o. Festival Internacional del Teatro, dirigido por Antonio Latella, se desarrollará del 14 al 24 de septiembre en lugar del 29 de junio al 13 de julio, y el 14o.
Festival de Danza Contemporánea, dirigido por Marie Chouinard, se realizará del 13 al 25 de octubre, en vez del 5 al 14 de junio.
Además del 77º Festival de Cine de Venecia, el 48º Festival Internacional de Música Contemporánea, dirigido por Ivan Fedele, también se confirma del 25 de septiembre al 4 de octubre. La 17a. Exposición Internacional de Arquitectura ya se cambió y está programada del 29 de agosto al 29 de noviembre.
Para la Muestra del Lido los preparativos continúan en espera de lo que Cicutto definió como una "semiliberación": "Teníamos una fecha límite para fines de mayo. Queremos a toda costa estar listos", dijo, precisando que "estamos haciendo simulaciones sobre el día-tipo".
"Los soportes en línea serán importantes para la prensa internacional, pero pondremos todo en una propuesta que comprobaremos con los productores. Deberemos esperar para tener las condiciones por respetar, no tendremos una bola de cristal".
Cicutto resaltó que la emergencia del coronavirus impondrá también un cambio de línea a la reseña: "Los festivales -recordó- jugaron un rol importante para la valorización de los artistas y de la industria cinematográfica, pero hoy quien viene a Venecia debe volver con la idea de promover el valor de los filmes, no de los efectos respecto al estreno en las salas". "También los otros festivales deberán elegir los contenidos y la promoción del valor cultural, todo el resto -puntualizó- deberá hacerlo la industria cinematográfica".
Y entre los otros festivales no faltó una mención a Cannes: "Todo es posible -resaltó Cicutto- y todo puede ser estudiado, pero parece desconcertante que Thierry Fremaux (el delegado general de la muestra francesa, NDR) diga que continúa estudiando y no diga nada de lo que quiere hacer". "Nosotros vamos para adelante con nuestro programa, si Cannes está aún pensando no hay diálogo. No hay ninguna hipótesis hasta la fecha", remarcó.
El presidente de la Bienal espera también un rol de precursor para la Muestra desde el punto de vista de las medidas de seguridad.
"Creo que el Festival -auguró- debe gozar de una 'extraterritorialidad', una señal que luego puede encontrar lugar con un control de las presencias en sala, y Venecia podrá ser un gran laboratorio. Una cosa es administrar 6-7 lugares limitados, otra cosa son miles de salas en el territorio nacional".
En cuanto a ver en la crisis una oportunidad, para Cicutto "la contingencia nos obligará a compactar todas las disciplinas, y este comportamiento lo veo como una señal de algo en lo que en la Bienal estamos pensando, dar una mayor flexibilidad y diálogo entre las disciplinas y continuidad en la presencia de los contenidos".
"La nueva tecnología, más allá de que permite la presencia constante, debe utilizarse de forma diversificada", añadió.
En este sentido, tendrá un nuevo papel el Archivo histórico de las artes contemporáneas, el ASAC, para el que se está pensando con el municipio una mudanza al Arsenal.
"Me gustaría que se convirtiera en el 'Davos de las artes contemporáneas', el MIT de la investigación de las artes contemporáneas, donde las personas que más tienen que decir encuentren un hogar. Debe convertirse en una oficina en la que se construyan muestras, contenidos que permanezcan, se expandan y se profundicen. Y esto solo puede ocurrir con residencias temporales de artistas", concluyó. (ANSA).