La noticia de la primera “bottega da caffé” en la Plaza de San Marcos se tiene ya a finales del siglo XVII y a la “Bottega del Caffé” precisamente dedicará una obra el maestro del teatro veneciano Carlo Goldoni. Pero la primera explosión del fenómeno tiene lugar en el 1700, con el nacimiento de numerosos locales. Entre ellos uno de los más conocidos y antiguos: el Caffé Florian, aún hoy símbolo de la ciudad. Un recorrido entre los más conocidos cafés históricos venecianos inicia justamente aquí, exactamente bajo los pórticos de la Procuradoría Nueva en la Plaza de San Marcos.
El Caffè Florian
El Caffé Florian fue fundado en 1720 e inaugurado con el nombre de “Alla Venezia Trionfante”. Enseguida, este elegante edificio se distinguió por sus productos exclusivos y por sus clientes: aquí se reunían nobles, políticos, intelectuales y don juanes, protagonistas de su tiempo, como Carlo Goldoni, Giacomo Casanova o, más recientemente, Gabriele d’Annunzio. Hoy, el Caffé Florian conserva el encanto de los tiempos vividos. Con sus arquitectura, fruto de restauraciones y modificaciones, las salas decoradas en distintos estilos (las más famosas son la Sala del Senado, la Sala China, la Sala Oriental y la Sala de los Hombre ilustres) y sus interior del siglo XIX, el local es un importante centro cultural donde se organizan exposiciones, encuentros, instalaciones (aquí, a finales del siglo XIX, se optó por crear lo que se convertiría después en la Bienale de Venecia). Sigue siendo un lugar ideal para los turistas que quieren simplemente saborear un café expresso sentados en la plaza: en el corazón del Venecia, a dos pasos del Canal Grande.
Gran Caffè Quadri
También en la Plaza de San Marcos hay otro café histórico que desde 1775 ha conquistado un espacio relevante entre los numerosos locales de la plaza. El Gran Caffé Quadri, conserva el recuerdo de los siglos vividos entre el crepúsculo de la República de la Serenísima y el nacimiento de la Edad Moderna, así como los secretos de los personajes que se sentaron en sus salas. Después de Stendhal, Lord Byron, Alejandro Dumas, Wagner o Marcel Proust, hoy, el Gran Caffé Quadri es la meta preferida de actores y directores que frecuentan el festival de Cine de Venecia, como por ejemplo Woody Allen.
Harry’s Bar
Más reciente pero igualmente llena de encanto es la historia del Harry’s Bar, local nacido en 1931 y en 2001 declarado Patrimonio Nacional por el Ministerio de Bienes Culturales. Surgido en un viejo almacén cerca de Plaza San Marcos, el Harry’s Bar debe su nombre al estudiante americano Harry Pickering. No se trata propiamente de un café histórico pero en su interior transcurrieron las tardes intelectuales, artistas y escritores como Arturo Toscanini, Guglielmo Marconi, Charlie Chaplin, Orson Welles o Peggy Guggenheim.
Caffè La Calcina y otros locales históricos
Si nos desplazamos hacia la parte más al sur de la ciudad, en el antiquísimo barrio de Le Zattere, encontramos el Caffé la Calcina, otro importante lugar de encuentro que en el 900 fue lugar de artistas pobres y acogió por ejemplo a Rainer Maria Rilke. El local cuenta hoy en su interior con un bar restaurante llamado la Piscina en recuerdo del establecimiento con piscina que se encontraba antes aquí.
En la zona del Lido, se encuentran el Lion’s Bar, del 1925, que ofrece a los visitantes y turistas un buen ejemplo de Art Decó gracias a los frisos en hierro fundido, las vidrieras de colores y la decoración floreal típica de la época. Italia.it