El Partido Democrático (PD) encabezado por Nicola Zingaretti dirá precisamente el nombre de Giuseppe Conte cuando vaya a la entrevista con el presidente Sergio Mattarella, tras lograr unanimidad en la fidelidad al premier saliente, mientras aspira a una ampliación del respaldo parlamentario para formar gobierno que no contempla vetos ni siquiera sobre Matteo Renzi, el causante de la crisis.
El primer día de las consultas en el Quirinale se vio contaminado por el enfrentamiento sobre los nombres de eventuales alternativas al presidente del Consejo.
Italia Viva, el partido de Renzi, que dijo que no impulsará a Conte, no se cierra a Luigi Di Maio y deja caer también un desafío al PD sobre Paolo Gentiloni.
Todas salidas que se leen como intentos de enturbiar las aguas de una crisis ya de por sí difícil de despejar.
Y es precisamente sobre el nombre del ministro de Exteriores, Di Maio, que se consuman los principales enfrentamientos.
Italia Viva da a entender que acaricia la idea, pero el Movimiento 5 Estrellas (M5S) frena, espantado por el riesgo de instrumentalizaciones: "Quien pone en medio a Di Maio quiere un gobierno técnico", dijeron fuentes del M5S.
Y el vicesecretario del PD Andrea Orlando, hablando con los suyos, al parecer definió "extraño" imaginar que el partido pueda "apoyar a Di Maio premier".
En particular considerando que estas tesis serían planteadas precisamente por quienes consideran que el PD debe "superar una presunta y absolutamente inventada subordinación al M5S".
Una vez formalizada la crisis, comienza la primera ronda de consultas. En el coloquio con el presidente estuvieron los presidentes del Parlamento.
"Estamos trabajando todos por el bien del país", fue el único comentario de Roberto Fico.
Los coloquios terminarán el viernes, pero a 24 horas de la renuncia oficial del presidente del Consejo el camino para encontrar una solución que lleve a confiar el gobierno de nuevo a Conte parece cada vez más estrecho.
La pelota está ahora del lado de los partidos e Italia Viva sigue desempeñando un papel clave, del que todos los actores conscientes.
Aunque el secretario del PD muestra apertura, no es sin reservas: si bien no hay cierres a la idea, necesaria, de incluir a IV en una nueva y eventual mayoría en apoyo de Conte, sin duda las dudas sobre su confiabilidad son "legítimas y fundadas".
La decisión de iniciar la crisis con la renuncia de las ministras fue "irresponsable", dijo Zingaretti en su intervención, pidiendo para el futuro "lealtad y claridad".
La dificultad del momento es tan patente que según el secretario del PD las urnas están lejos de haber sido conjuradas.
Por otra parte, la mayoría debe ampliarse, no hay dudas, y para hacerlo no basta el nuevo grupo de Europeístas que nació en el Senado: en total son diez, pero solo se formó con esa cantidad mínima con el apoyo de la democrática Tatjana Rojc.
Precisamente contra esta operación apunta Matteo Renzi: publicó un video en Facebook y consideró un "escándalo" la formación de grupos en los hechos "improvisados".
Cuando IV vaya al coloquio con Mattarella, entretanto, deberá expresar un nombre: y si una de sus integrantes dice que es "extraño" que al PD "no le quede bien Gentiloni", otros dan a entender que no hay apoyo para Conte.
Aunque "no planteamos ni sufrimos vetos", ni siquiera sobre Di Maio, sin duda "no está solamente Conte". Palabras que hacen pensar nuevamente en una relación privilegiada entre Di Maio y Renzi.
Pero el ministro de Exteriores lo desmiente, acusando a quienes difunden esos rumores de querer ponerlo en contra el premier.
Y el M5S oficialmente reitera su pleno apoyo a Conte, a quien definen como "una figura de garantía".
De todos modos, el M5S no es unánime en algo clave: una parte quisiera cerrarse el retorno de Renzi. El "nunca más" dicho hace unos días también por el 5S "debe tener un valor" y "debe ser defendido", escribió su exponente Barbara Lezzi.
Mientras tanto todo es solo un "teatrito" para Matteo Renzi, que reitera su negativa a un nuevo gobierno encabezado por Conte, pero sobre lo que haya después se considera con las manos lbires: "Cuando no esté más este señor en Palazzo Chigi hablaremos de todo el resto". (ANSA).