Luego de dos años de reuniones virtuales, la OEA vuelve a reunirse presencialmente en la 52 Asamblea General que se inaugura hoy en Lima y que cerrará el viernes tras debatir una serie de declaraciones y resoluciones sobre temas candentes, como Nicaragua, Ucrania, Venezuela, democracia, medio ambiente y seguridad alimentaria.

La Asamblea también será una oportunidad para que el Secretario de Estado Antony Blinken confronte la irrefutable realidad de una América Latina que ha cambiado en los últimos años, llevando al poder a líderes progresistas en países como México, Argentina, Chile, Colombia y Perú.

Líderes a los que podría sumarse Brasil si Lula da Silva se impone sobre Jair Bolsonaro en el balotaje del 30 de octubre.

Ese grupo de líderes ha buscado potenciar la otra organización regional, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que es una suerte de OEA sin Estados Unidos ni Canadá, cuya presidencia pro tempore ejerce actualmente Argentina.

Blinken aprovechó su presencia en la región para reunirse con algunos de esos mandatarios, como el colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric y el peruano Pedro Castillo. (ANSA).