La Majestad de Cimabue de Asís vuelve a su esplendor. Esta mañana tuvo lugar la presentación y inauguración del fresco de la "Madonna entronizada con el niño, los ángeles y San Francisco", al finalizar los trabajos de restauración a cargo de un equipo de Tecnireco, dirigido por el restaurador jefe de la Basílica de San Francisco, Sergio Fusetti, gracias al aporte de la Ferrari.

El proyecto de conservación se inició en enero de 2023, 50 años después de la última intervención, y llevó un año de trabajo.

Datada entre 1285 y 1290 -la primera realizada por Cimabue en el interior de la Basílica - la obra está situada en el lado derecho del crucero norte de la iglesia inferior de la Basílica de San Francisco.

El fresco es famoso no solo por la representación de la Virgen en el trono, sino también por lo que se cree que es uno de los retratos más antiguos y fiables del propio San Francisco, creado, según la tradición, basándose en las indicaciones de quienes lo había conocido personalmente.

"Estoy muy agradecido al profesor Fusetti, a su equipo y obviamente a Ferrari - afirmó el hermano Marco Moroni, custodio del Sacro Convento - por la sinergia que nos ha permitido llevar a un nuevo esplendor una imagen que no es solo una obra de arte, sino que nosotros los franciscanos y para todos los devotos del santo, un recordatorio del alto valor simbólico de la figura y los valores del mismo San Francisco".

"Todo esto es particularmente significativo mientras nos preparamos para el gran centenario franciscano de 2026, en el que celebraremos el 800° aniversario de la Pascua del Santo de Asís", añadió el custodio.

"El retrato de San Francisco, representado en esta obra maestra de Cimabue, nos retrotrae necesariamente a su figura histórica, que aún hoy manifiesta una extraordinaria actualidad y sigue siendo fuente de profundas provocaciones para cada uno de nosotros, para la Iglesia, para el conjunto del mundo", concluyó el hermano Moroni.

Realizado con una técnica seca, por lo tanto menos resistente al tiempo, desde el siglo XVI el fresco ha sufrido numerosas intervenciones de restauración, con importantes modificaciones, como en el caso del rostro de San Francisco. La última intervención, del Instituto Central de Restauración, fue en 1973. En el proyecto recientemente finalizado se realizaron numerosas investigaciones con diversas técnicas e instrumentos no invasivos para analizar el estado de conservación de la obra y los materiales utilizados en restauraciones anteriores.

Por eso se decidió realizar trabajos conservadores en el fresco, eliminando todas las restauraciones anteriores.

La intervención siguió el modelo de 1973 con un enfoque menos invasivo, que buscó potenciar la aportación del artista y se centró también en la consolidación del yeso de la estructura mural.

La restauración de la Majestad de Cimabue se inscribe en un proyecto más amplio de mantenimiento y conservación del patrimonio presente en el interior de la Basílica de San Francisco, aún más necesario tras los acontecimientos sísmicos de las últimas décadas y el riesgo de posibles nuevos terremotos.

Tras este último trabajo, recién presentado, actualmente se está iniciando la restauración de la Capilla de Santo Stefano, pintada al fresco por Dono Doni y Giacomo Giorgetti. (ANSA).