Con 158 metros de altura y la famosa estatua de la Madonnina vigilando la ciudad, el Catedral de Milán es sin duda una de las iglesias más bellas de Italia. En cuanto os pongáis delante os quedaréis deslumbrados con los chapiteles y estatuas que embellecen su exterior. El interior de la catedral de Milán también es impresionante, con sus cinco amplias naves, la decoración geométrica del suelo y las pinturas que se pueden admirar por cada rincón de la iglesia.
La construcción de la Catedral comenzó en 1386 bajoGian Galeazzo Visconti y no se terminó oficialmente hasta cinco siglos después, en 1965. Gracias a las numerosas intervenciones que se han sucedido siglo tras siglo hoy podemos disfrutar de este monumento con su raro esplendor.
HORARIO: Todos los días de 8.00 a 19.00 horas.
La catedral de Milán (en italiano, Duomo di Milano) es una catedral gótica emplazada en la ciudad homónima. Es la sede episcopal de la Archidiócesis de Milán. Es una de las iglesias de culto católico más grandes del mundo, tiene 157 metros de largo pudiendo albergar hasta 40 000 personas en su interior. Las ventanas del coro tienen la reputación de ser las mayores que se conocen.
a construcción fue iniciada en 1386 y terminada en 1965. El plano de la ciudad de Milán, con sus calles que salen en forma de radio de la catedral de Milán o circundándolo, revela que este ya constituía en la Antigüedad el centro de la ciudad, denominada Mediolanum por los romanos. La Basílica de San Ambrosio fue construida en este sitio a comienzos del siglo V, siéndole agregada en 836 otra basílica próxima. Cuando un incendio en 1075 dañó ambos edificios, éstos fueron reemplazados por el Duomo.
La catedral de Milán es un templo de grandes dimensiones, de cinco naves, una central y cuatro naves laterales, con al menos cuarenta pilares, atravesada por un transepto seguido por el coro y el ábside. La nave central tiene una altura de 45 metros, sólo superada en un edificio similar por la incompleta nave central de la catedral de Beauvais, con una altura de 48 metros. Las naves son escalonadas siguiéndose en altura con poca diferencia, lo cual explica una tendencia hacia el espacio-salón. El interior es sombrío dado por sus ventanales pequeños, salvo por el deambulatorio. El gótico en los países latinos, achica los huecos y aumenta los macizos. Los pilares están interrumpidos en el arranque de las bóvedas por una decoración de capiteles esculpidos. El exterior está profusamente decorado, recubierto en mármol, con ventanales de tracería flamígera que no arraigó en Italia.
Por otro lado, analizando la planta arquitectónica podemos observar que responde más a los modelos franceses y alemanes con tramos oblongos. Una planta típica italiana evidenciaría tramos casi cuadrados con distancia entre pilares.
Destacan en el interior los grandes pilares fasciculados, de grandes dimensiones y extraña forma, pues se rematan en una especie de dosel esculpido que alberga estatuas. Los arcos ojivales de separación entre las naves se refuerzan mediante tirantes metálicos. Las bóvedas, de crucería sencilla, están decoradas en algunos tramos por complicados motivos de tracería.
Al exterior, los tejados permiten una observación cercana de algunas esculturas de gran calidad. Es muy destacado el bosque de pináculos, chapiteles y cresterías que se puede observar desde los mismos. El punto más alto del templo es la Madonnina, obra en cobre dorado, de Carlo Pellicani, inaugurada en 1774.
En el interior del templo pueden admirarse gran número de altares, estatuas, pinturas y retablos, así como un elevado número de monumentos funerarios, como:
- Sarcófagos de los arzobispos Ottone y Giovanni Visconti, construidos en el siglo XIV.
- Sarcófago de Marco Carelli, que donó una importante suma para la construcción de la catedral.
- Monumento a Gian Giacomo Medici di Marignano, llamado «Meneghino», obra maestra del escultor renacentista Leone Leoni, con figuras en bronce de pátina oscura y relieves y columnas en mármoles de diversos colores, en la parte derecha del transepto.
- La estatua de San Bartolomé de Marco da Agrate (1562), la más renombrada obra de arte de la catedral. Representa al Apóstol, que fue desollado vivo, sin piel, la cual le cuelga de los hombros y cae por delante como si fuera un manto. En la base se lee la inscripción: "NON ME PRAXITELES SED MARCO FINXIT AGRAT." (No me hizo Praxíteles, sino Marco da Agrate).
- El presbiterio es una tardía obra maestra del Renacimiento, compuesta por el coro, dos púlpitos con grandes telamones realizados en cobre y bronce y dos grandes órganos. Alrededor del coro se encuentran las puertas de las dos sacristías, algunos frescos y una estatua papa Martín V, del siglo XV, obra de Jacopino da Tradate.
- Candelabro Trivulzio, en el transepto, formado por dos piezas, la base (atribuida a Nicolás de Verdún, del siglo XII), caracterizada por un fantástico conjunto de vides, vegetales y animales imaginarios; y los brazos, de mediados del siglo XVI.
- Monumento sepulcral del cardenal Marino Caracciolo, en el deambulatorio, obra de Agostino Busti, Il Bambaia, destacado escultor renacentista; del mismo autor es el retablo del transepto derecho, que muestra un relieve de La Presentación de María (1543) y otras figuras de santos.
- El órgano de tubos de 5 manuales y 225 rangos, construido conjuntamente por las empresas constructoras de órganos italianas Tamburini y Mascioni bajo el mando de Mussolini, es actualmente el órgano más grande de toda Italia y uno de los más grandes de Europa.