El italiano Jannik Sinner debutó con éxito en el Masters 1000 de Indian Wells, donde estiró a 16 sus triunfos consecutivos en una temporada en la que celebró corona en el Abierto de Australia y en el ATP 500 de Rotterdam.

Sinner sacó pasaje a tercera ronda con un aplastante triunfo por 6-3 y 6-0 ante el australiano Thanasi Kokkinakis, nonagésimo noveno de un ranking en el que el italiano marcha tercero con opciones de escalar al segundo puesto, actualmente ocupado por el español Carlos Alcaraz, defensor del título en el torneo. 

Cuarta victoria en cuatro duelos (tercera en segunda ronda) con Kokkinakis para Sinner, que espera ahora por el vencedor del choque entre el alemán Jan Lennard Struff (25) y el croata Borna Coric (35) ante el cual buscará extender su invicto en lo que va del año.

"Se hizo difícil jugar porque sentía que tenía poco aire, pero estoy contento porque superé a un gran rival", afirmó el italiano, quien consideró que debe "seguir mejorando y trabajando duro para apuntar al siguiente objetivo", que seguramente es ir más allá de las semifinales que logró hace un año en su mejor actuación en este torneo, instancia en la que cayó ante Alcaraz.

El español debutaba frente al italiano Matteo Arnaldi, duelo del que estará pendiente el canadiense Felix Auger-Aliassime, vencedor por 6-4 y 6-1 del francés Constant Lestienne y quien espera por el ganador de aquel choque para conocer a su próximo rival.

Similar escenario para el australiano Alex de Minaur, quien dejó en el camino al japonés Taro Daniel con un contundente marcador de 6-1 y 6-2 y enfrentará en tercera ronda al ganador del partido que animaban el kazajo Alexander Bublik y el chino Shang Juncheng.

El argentino Francisco Cerúndolo se imponía por 6-2 y 3-1 ante el Alexander Shevchenko cuando el kazajo de origen ruso dijo basta por una dolencia y tras 45 minutos de juego le allanó el camino a tercera ronda, donde jugará frente al vencedor del duelo entre el estadounidense Ben Shelton y el checo Jakub Mensik.

Sin dudas, la mayor expectativa se centra en el regreso del serbio Novak Djokovic, número uno del mundo que estuvo ausente en las pasadas cinco ediciones de este torneo, que se perdió por no haber estado vacunado contra el Covid-19 y que ganó por quinta y última vez en 2016.

"Volver aquí es una hermosa sensación. Por algo le dicen a este lugar el Paraíso del tenis", afirmó "Nole", que conquistó el título en Indian Wells también en 2008, 2011, 2014 y 2015 y que regresa al ruedo después de aquella derrota en Melbourne frente a Sinner en semifinales del primer Grand Slam del año.

"Este será mi primer torneo desde Australia y me entrené bien.

Viajé con mucha antelación a Los Angeles para prepararme a fondo", comentó Djokovic, al afirmar que en aquel que fue su último partido "no jugué mi mejor tenis y él (Sinner) sí.

Después remontó la final (estuvo dos sets abajo ante el ruso Daniil Medvedev, Ndr) y conquistó merecidamente su primer título de Gran Slam", completó.

El serbio, que con 24 coronas es el tenista más laureado en torneos "Major" de la historia, le lleva dos de ventaja al español Rafael Nadal, otro de los tres integrantes del denominado "Big Three" (que completa el ya retirado astro suizo Roger Federer) que debió renunciar a Indian Wells a poco de su debut.

"Viajamos juntos en el mismo avión. El también llegó antes porque quería adaptarse y contar con el mayor tiempo posible para entrenarse", recordó Djokovic al lamentar la ausencia de Nadal, quien en la víspera confirmó su baja porque siente que no está en condiciones de desplegar el nivel de tenis necesario tras la larga inactividad por una lesión que lo marginó durante casi un año de las canchas a inicios de 2023.

El número uno del mundo consideró que el torneo, de todos modos, resultará atractivo con la "presencia de tantos nuevos talentos como Alcaraz, Sinner y (el danés Holger) Rune, que ya están en los puestos más altos del ranking" y destacó que como parte de esa generación dorada del tenis "seguramente hayamos contribuido a que este deporte crezca en los últimos 15 años".

"Hoy, el tenis está en buenas manos", completó "Nole", quien parece más joven de lo que sus 36 años harían suponer. (ANSA).