El buque escuela de la Armada Italiana Amerigo Vespucci, en el marco de su gira mundial, dobló esta mañana cerca de las 7 de la mañana (hora local) el Cabo de Hornos, un hito para la embarcación legendaria y una verdadera proeza marítima, en un área que une el océano Atlántico con el Pacífico.

En la zona se producen continuas perturbaciones creadas por la proximidad a la Antártida -explica en una nota la Marina- que empujan enormes masas de agua hacia el estrecho de Drake, donde el fondo marino pasa repentinamente de 4.000 a 100 metros. 

El Cabo de Hornos y la Antártida, por tanto, crean un paso obligado para el viento y el mar, lo que da como resultado condiciones climáticas únicas. "La travesía, que se produjo por primera vez en los más de 90 años de historia de los Vespucci fue posible gracias a una cuidadosa y meticulosa planificación de la navegación y a la evaluación de las condiciones meteorológicas y marítimas, más esenciales que nunca para el éxito de la misión. El Cabo de Hornos es uno de los momentos clave de la gira mundial" de la embarcación, añade la nota oficial.

El velero continúa su viaje en el Océano Pacífico y el 28 de abril ingresará al puerto de Valparaíso en Chile.

"Me sumo al gran entusiasmo de la tripulación de la Nave Vespucci que a las 06.53 de esta mañana, como parte de su vuelta al mundo, rodeó por primera vez en su historia el Cabo de Hornos, entre el viento, las olas y el hielo de Chile. Les deseo buenos vientos al Buque Escuela de la Armada!", escrinió la primera ministra Giorgia Meloni en las redes sociales.

El buque emblema de Italia "escribió una nueva página de su gloriosa historia al rodear por primera vez el Cabo de Hornos, punto de encuentro entre los océanos Atlántico y Pacífico, uno de los pasos más desafiantes del mundo para la navegación.

Orgullo de la Defensa y símbolo de la excelencia italiana", escribió en las redes, a su vez, el ministro de Defensa, Guido Crosetto.

"A bordo, con la tripulación, navega todo el sistema del país para promover la excelencia del Made in Italy", añadió.

También está presente el Instituto Superior de Sanidad (ISS) a bordo del buque. Las dos jóvenes investigadoras Giorgia Mattei y Lorenza Notargiacomo llevan adelante el proyecto Sea Care, que recoge muestras a lo largo de las rutas de los Vespucci y de otras unidades navales de la Armada para recopilar datos sobre la salud de los océanos.

Las investigadoras están a bordo con el objetivo de realizar muestreos de agua en la zona, una tarea muy difícil dadas las condiciones ambientales, a menudo adversas.

"Felicitaciones a la Armada y a la tripulación por este logro histórico", comentó Andrea Piccioli, director General de la ISS, que coordina las actividades de Sea Care para el Instituto.

"La ISS está orgullosa de colaborar con la Armada en este proyecto visionario e importante para la salud del planeta, y estamos felices de estar presentes también en este momento histórico para la Armada italiana. El mar tiene un papel central en el equilibrio del ecosistema, que también concierne a nuestra salud y bienestar", añade el mensaje.

El objetivo de Sea Care es el análisis de perfiles de contaminación por sustancias químicas persistentes de origen antropogénico y la investigación de los riesgos asociados a la calidad del medio marino en relación con los impactos antropogénicos y el cambio climático. El ambicioso objetivo del proyecto es crear un modelo de investigación nacional, para poder explorar los complejos escenarios de los océanos, tanto en términos de extensión como de dinámica, de forma armonizada y holística, además de económicamente sostenible, detalló el ISS.

El cabo de Hornos, atravesado hoy por el velero, es considerado el punto más austral de América aunque, en realidad, este corresponde al islote Águila en las islas Diego Ramírez, también pertenecientes en territorio Chile. Es el más austral de los tres grandes cabos del hemisferio sur del planeta y marca el límite norte del Pasaje de Drake o paso Drake, que separa a América de la Antártica, y une los océanos Pacífico y Atlántico.

Durante siglos, el cabo de Hornos fue uno de los hitos de las rutas comerciales de navegación de embarcaciones a vela, pese a que las aguas en torno a él son particularmente peligrosas, debido a sus fuertes vientos y oleaje y la presencia de icebergs. Sin embargo, con la inauguración del canal de Panamá en 1914 y la construcción de carreteras y ferrocarriles en otros países del continente, la navegación mercante alrededor del cabo se redujo notablemente. (ANSA).