La premier italiana, Giorgia Meloni, reafirmó hoy que considera el alquiler de vientre "una práctica inhumana" y "un delito universal" y destacó que la cuestión demográfica es una prioridad absoluta de su gobierno.

"Para nosotros el desafío demográfico, la sostenibilidad económica a la que está ligado, representa uno de los principales desafíos: no tiene sentido gestionar el presente si el presente es futuro no asegurado", dijo la premier en un mensaje al encuentro "Por una Europa joven. 

Transición demográfica, ambiente, futuro".

"El gasto público destinado a sostener la tasa de natalidad es el que más que ningún otro debe ser considerado una inversión productiva, porque es una inversión en la estabilidad de nuestro sistema social y de nuestra civilización", subrayó Meloni.

"Considero que el enfoque con el que este gobierno aborda estas cuestiones es un cambio de ritmo fundamental en comparación con el pasado", agregó.

En el tema de la natalidad, dijo la primera ministra, "ninguna intervención concreta será suficiente si no invertimos el relato que se viene contando desde hace años: se dice desde hace décadas que dar a luz a un niño comprometería la libertad, los sueños, la carrera, en algunos casos la belleza, por lo que era una elección que finalmente no convenía".

"Estas tesis surrealistas, viejas y nuevas, corren el riesgo de arrastrar a Italia y a Europa al borde del precipicio", añadió.

Meloni subrayó que sigue creyendo que "alquilar un útero es una práctica inhumana y apoyo el proyecto de ley que lo convierte en un delito universal. Espero que se apruebe lo antes posible".

Con la maternidad subrogada, "se alimenta un mercado transnacional que la hace pasar por un acto de amor", pero, explicó la premier, "nadie me puede convencer de que sea un acto de amor considerar a los niños como un producto de venta en un supermercado".

"No es un acto de transformar el deseo legítimo de tener un hijo en un derecho que se puede garantizar por cualquier medio, con cualquier medio posible. El útero alquilado es una práctica inhumana y apoyo el proyecto de ley para que se convierta en un delito universal", insistió Meloni.

La primera ministra italiana también destacó que, a su juicio, la paridad de oportunidades no borra las diferencias entre hombres y mujeres.

"A veces parecía que garantizar la igualdad de oportunidades significaba borrar las diferencias: no lo creo, creo lo contrario. Garantizar la igualdad de oportunidades significa garantizar a mujeres y hombres que es igualmente posible realizarse en términos de carrera, remuneración, aspiraciones y libertad. , en la conciencia de la especificidad de cada uno".

Ser padre implica una asunción de responsabilidad que debe ser igualitaria y compartida, pero no puede borrar la especificidad de la relación entre la madre y el padre", destacó. (ANSA).