La infectóloga acotó que desde finales de 2022, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya alertaba sobre el incremento exponencial de casos de dengue y chikunkunya. Finalmente, tal pronóstico se ha materializado dado que en 2023 se reportaron más de cuatro millones de casos en América. En ese balance está por encima al del 2022 y al del 2019.
En relación a Venezuela, la data también es preocupante. Registros de la OPS dan cuenta de un importante incremento de reportes de personas con dengue.
“Los últimos datos disponibles corresponden a la semana epidemiológica número 21 del 2023,donde ya se habían reportado un poco más de 4 mil casos en Venezuela”, detalló en entrevista a Radio Fe y Alegría Noticias.
En vista de ello, resaltó la necesidad del control vectorial y así reducir la proliferación de mosquitos patas blancas que transmiten tal enfermedad. No obstante, no ocultó que se ha quedado a deber en ese aspecto.
Valenzuela deslizó que la llegada de la temporada de lluvias, cuyos temporales se esperan se intensifiquen entre julio y agosto, dará pie a una mayor reproducción del mosquito transmisor.
“Tenemos la particularidad de que los criaderos pueden permanecer secos hasta un año y lo que se humedece se reactiva nuevamente ese proceso”, vaticinó.
En ese orden, comentó que las precipitaciones propician la formación de criaderos debido a las aguas estancadas y por los desperdicios que, si no se depositan en los respectivos contenedores, acumulan agua y crean un entorno para la aparición de tales nidos. Sumarium