"Sabemos que esta no es una solución definitiva al complejo problema de la crisis alimentaria que tenemos pero sí una respuesta inmediata a partir de la solidaridad que nos exige el momento y la responsabilidad con el otro", dijo a ANSA Roberto Patiño, coordinador del movimiento social Caracas Mi Convive, que impulsa el programa "Alimenta La Solidaridad".
Patiño, un joven de 27 años con postgrado en Políticas Públicas de la Universidad de Harvard, explicó que la iniciativa surgió cuando realizaba un cine comunitario en una zona popular de Caracas y "se me acercó una niña a decirme que le diera algo de comer porque tenía mucha hambre" "Eso fue algo que me conmovió y se lo planteé al equipo y decidimos arrancar con este tema de los sancochos populares los fines de semana dándole de comer a niños que estaban en una situación muy vulnerable", expresó.
A partir de ese momento, comentó, la iniciativa agarró vuelo y junto a su equipo conformado por unas 15 personas decidieron suministrar una comida diaria y ampliar la red de acción a cinco comunidades de la capital venezolana.
"Hemos podido ir creciendo y ya estamos todos los días dándole de comer a 500 niños", acotó.
De acuerdo con la última encuesta de alimentación en las escuelas que realizó la empresa More Consulting; 57,8% de los entrevistados declaró que dejó de comer para darle comida a sus hijos o representados, mientras que 38,1% dijo que sus hijos dejaron de ir a la escuela algún día porque no había suficiente comida en su hogar. El programa que surgió con el inicio de la temporada de vacaciones lleva ocho semanas funcionando y busca fomentar los valores de la solidaridad y la corresponsabilidad en los niños, padres y representantes.
Además, ofrece un menú balanceado que es recomendado por una nutricionista y preparado por las mismas madres y los miembros de la comunidad. "Las madres nos han agradecido profundamente este programa que es una comida nutritiva y que de cierta manera garantiza que al menos una vez al día sus hijos están teniendo una buena alimentación", afirmó.
La escasez de alimentos, como leche, pollo, harina de maíz, pasta o granos alcanza el 80% en Venezuela ante una inflación que analistas locales pronostican superará este año 700% y en medio de la presencia de los llamados de bachaqueros, personas que comercian los alimentos y otros rubros subsidiados por el gobierno a precios que pueden superar hasta 100 veces su valor.
Ante esta realidad las "sopas solidarias" se han vuelto populares y ahora grupos religiosos, restaurantes, partidos políticos como el opositor Primero Justicia y comunidades organizadas repiten la iniciativa en varios sectores del país como el mejor gesto de generosidad entre los venezolanos en tiempos de crisis. (Milagros Rodríguez - ANSA)