El futuro de las cuentas públicas italianas vuelve a encontrarse lleno de nubarrones en la medida en que, ya antes del verano boreal, se podría descargar un procedimiento UE por deuda excesiva, que privaría al Gobierno de tener poder sobre su presupuesto. Esa eventual situación, asimismo, obligaría a la administración italiana a realizar maniobras decididas por Bruselas.