Así que el otro día, yo estaba pasando por mi nevera y me di cuenta de que tenía algunas pechugas de pollo para utilizar hasta y un frasco de pesto sobrante. Fue entonces cuando pensé en la posibilidad de combinar las juntas. Una bombilla entonces se encendió en mi cabeza y pensé que me podría hacer un sándwich de pollo al pesto.
Pensé de añadir en algunos frutos secos, arándanos secos, tal vez algunas manzanas o las uvas, pero entonces yo realmente sólo quería mantener este agradable y sencillo. Así que me lancé en un poco de yogur griego para un poco de cremosidad y tiré todo junto con el pollo desmenuzado y pesto casero. Fue tan rápido y fácil de armar, y sirvió como un bocadillo increíble, especialmente cuando untado sobre una barra de pan fresco con un poco de rúcula, tomates rebanados y mozzarella.