Pizzeros napolitanos en lupa de Unesco
Un comité de la Unesco estudiará entre el 6 y 7 de diciembre próximos si decide proclamar "el arte de los pizzeros napolitanos" patrimonio de la humanidad y sumarlo así a la lista representativa de bienes mundiales. El 12 comité de la Unesco examinará esos días la candidatura italiana, y la aprobación definitiva se espera para el próximo 9 de diciembre. No hay en juego una marca de calidad para la pizza, pero sí un premio internacional por el trabajo los maestros creadores, los artesanos y los creativos.
Así es cómo está en la recta final el reconocimiento de la Unesco del arte de los pizzeros napolitanos.
Al menos 24 países forman parte del comité intergubernamental, y su órgano ejecutivo deberá decidir sobre la candidatura italiana.
Entre los 24, sólo 2 países europeos forman parte: Austria y Chipre, que ya declararon estar listos para respaldar a los pizzeros napolitanos. Los trabajos internacionales se desarrollarán en Corea del Sur, en la isla de Jeju. En ellos participarán dos embajadores de peso. Una es la embajadora italiana en la Unesco, Vincenza Lomonaco, y el otro es el embajador en Corea, Marco della Seta.
Quien conduzca la delegación del Ministerio de Políticas Agrícolas y Alimentarias será Pier Luigi Petrillo, asesor del ministro Maurizio Martina, que trató el asunto de la candidatura de los pizzeros napolitanos coordinando las negociaciones internacionales de los últimos años con 175 países. Para incentivar las expectativas de los maestros también hubo 2 millones de firmas, fruto de la petición #pizzaUnesco promovida por Alfonso Pecoraro Scanio, ya ministro de Políticas Agrícolas y del Ambiente.
Las firmas fueron de ciudadanos de más de 90 países. "Estoy seguro -afirmó Petrillo- que, después de ocho años de trabajo, lograremos obtener el reconocimiento de la Unesco".
Pero, subrayó, "es fundamental explicar que no se trata de un reconocimiento a la pizza".
"La pizza -explicó- no obtendrá nunca el reconocimiento de la Unesco, ni podrá ser candidata en una lista de la Unesco, tanto más que el reconocimiento no es una certificación de calidad, no es una certificación de origen, no es una lista de productos típicos". "A ser objeto de evaluación es la expresión cultural de una comunidad, la napolitana; es el trabajo de los pizzeros, su cultura, su tradición, su identidad". Por eso, añadió, el reconocimiento, "si llega como lo espero, será el único en su género: porque será un premio al trabajo, al sacrificio, de los pizzeros napolitanos, auténtica fortaleza cultural de esta comunidad".(ANSA).