La decisión se produjo cuando todavía era noche cerrada en Italia.
Con gran satisfacción saludó el importante reconocimiento mudial el ministro de Políticas agrícolas alimentarias y forestales, Maurizio Martina, en Twitter: "Victoria! Identidad enogastronómica italiana cada vez más tutelada en el mundo", publicó.
Este ministerio en 2009 comenzó a redactar el informe de candidatura con el apoyo de las Asociaciones de pizzeros y la Región de Campania, superando prejuicios de cuantos veían en este antiguo arte sólo un fenómeno comercial y no una parte de las más altas expresiones de identidad de la cultura partenopea.
Desde 2014 favorecieron también la candidatura la asociación de consumidores Coldiretti y la Fundación Univerde, presidida por el exministro de Agricultura y Ambiente, Alfonso Pecoraro Scanio.
En oportunidad del Forum Coldiretti en Cernobbio fue lanzada la campaña #PizzaUnesco, acompañada por una recolección de firmas en todo el mundo que llegó a totalizar dos millones de adhesiones.
El arte de los maestros pizzeros napolitanos se agregará a los otros patrimonios intangibles ligados a la alimentación proclamados antes por Unesco, comenzando por la Cocina Francesa y Cocina Mexicana en 2010, la Dieta Mediterránea y el Kimchi coreano en 2013 y el arte de los maestros cerveceros de Bélgica en 2016.
La Unesco motivó su reconocimiento al legado partenopeo de este modo:"El know-how culinario ligado a la producción de la pizza, que comprende gestos, canciones, expresiones visuales, jerga local, capacidad de manejar la masa de la pizza, exhibirse y compartir es un indiscutible patrimonio cultural".
"Los pizzeros y sus parroquianos se comprometen en un rito social, en el cual el mostrador y el horno funcionan como 'escenario' durante el proceso de producción de la pizza. Esto se verifica en una atmósfera de convivencia que implica intercambios constantes con los presentes", prosiguen las consideraciones.
"Surgida de los barrios pobres de Nápoles, la tradición culinaria se arraigó profundamente en la vida cotidiana de la comunidad. Para muchos jóvenes practicantes convertirse en maestros pizzeros representa también una manera de evitar la marginalidad social", concluyeron.
El expremier Matteo Renzi se congratuló en Facebook: "El arte del maestro pizzero napolitano reconocido como Patrimonio de la Unesco es un símbolo bellísimo de lo que fue Italia, pero también de lo que deberemos ser. El cuidado de la tradición, la pasión por la comida, la capacidad de representar en el exterior nuestros productos son elementos esenciales de nuestro futuro".
Se sumó también el ministro de Bienes Culturales Dario Franceschini: "Un reconocimiento para Nápoles y toda Italia mientras está por comenzar 2018 #annodelciboitaliano #PizzaUnesco", tuiteó.
"Vence el Made in Italy y la excelencia, también ambiental, de los que nacen los ingredientes de una pizza inimitable", expresó por su parte el ministro de Ambiente Gian Luca Galletti en Twitter.
Según Coldiretti, la pizza genera en Italia un movimiento de negocios de 12 mil millones de euros anuales y emplea al menos a cien mil empleados fijos. (ANSA).