Falleció a los 91 años el más grande chef de Francia, Paul Bocuse, una personalidad compleja y fogosa, trabajador incansable, el cocinero de Lyon, merecedor de tres estrellas Michelin por más de medio siglo consecutivo y creador de una marca indeleble, la "Nouvelle Cuisine".
Hijo único de Georges Bocuse e Irma Roulier, provenía de una antigua familia de cocineros y está considerado uno de los mejores chefs de todo el mundo del siglo XX. Para él la cocina fue la auténtica razón de su vida, la promovió dando origen, con un grupo de otros cocineros franceses, al fenómeno transformador de la "Nouvelle Cuisine". Fue el único chef que logró mantener la clasificación de tres estrellas Michelin, la máxima puntuación de la guía de la mejor gastronomía mundial, consecutivamente por 50 años para su restaurante situado en Collonges-au-Mont-d'Or, propiedad de su abuelo paterno. Durante los últimos años Bocuse estuvo afectado por Mal de Parkinson. Una verdadera estrella de la gastronomía, capaz de levantar un imperio valuado en más de 50 millones de euros. Obtuvo su primera estrella Michelin en 1958, la segunda dos años después, transformando al establecimiento familiar en lo que sería el templo de la alta cocina francesa.
Desde 1965, el año de su consagración, los apasionados de la buena mesa comenzaron a afluir desde todo el mundo para degustar sus especialidades, desde el pollo con salsa blanca y hongos al gratinado de colas de camarones, o su "sopa VGE", creada en 1975 como homenaje a la Legión de Honor, condecoración que le fue otorgada en el Eliseo.
A Bocuse le gustaba definirse como un "adepto de la cocina tradicional", amante "de la manteca, la crema, el vino" y no "de los guisantes partidos en cuatro", decía.
Los celebrados críticos gastronómicos Henri Gault y Christian Millau lo eligieron como "Cocinero del siglo" en 1989, título confirmado por el prestigioso Culinary Institute of America.
Le abrió el camino a Alain Ducasse, Joel Robuchon, Guy Savoy y todos los otros grandes chefs franceses contemporáneos. Alguna vez confesó que le gustaban demasiado las mujeres como para compartir toda la vida con una sola. Estuvo casado desde 1946 con Raymonde, con quien tuvo una hija, pero también, en poligamia, compartió su vida durante más de seis décadas con Raymone, madre de su hijo Jérome, y durante más de cuarenta años con Patricia, que llevaba su comunicación.
"Hoy lloran los chefs del Eliseo y de toda Francia", escribió el presidente francés Emmanuel Macron. "Bastaba su nombre para resumir la gastronomía francesa en su generosidad, en su respeto de las tradiciones y en su inventiva", se leyó en un comunicado del Eliseo. "La Nouvelle Cuisine, de la cual fue un padre fundador, a veces criticado e incomprendido, abrió para la cocina francesa un capítulo glorioso que hoy le permite ocupar el primer puesto en el mundo", prosiguió la nota presidencial.
"Hoy la gastronomía francesa pierde a una figura mítica que la transformó profundamente. Los chefs lloran en la cocina, en el Eliseo y en toda Francia. Pero siguen trabajando", concluyó la comunicación oficial.
(ANSA).
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