Para la masa
- 1 kilo de harina
- 100 gr de almidón de maíz
- 1 litro y medio de agua
- Aceite de girasol para freír
Para el relleno
- 2 pechugas de pollo
- 4 cucharadas de aceite de maní
- 80 gr de hongos shitake
- 2 zanahorias grandes
- 3 hojas de negi
- 5 hojas de akusai
- 1 cucharada de aceite de sésamo
- Sal y pimienta
- Ajinomoto
- 2 cucharadas de salsa de soja
Preparación:
Para la masa
Mezcla en un bol la harina, el almidón de maíz y el agua. Haz un bollo y deja reposar en la heladera aproximadamente 8 horas.
Retira y haz bollos del tamaño de pelotas de tenis. Estira con palote hasta formar rectángulos de 15 x 10 cm y 2 mm de espesor.
Para el relleno
Corta el pollo en juliana y cocina unos minutos en un wok con 2 cucharadas de aceite, moviéndolo.
Corta los vegetales (zanahorias, shitake, negi y akusai) en juliana muy fina. Lava en colador bajo la canilla 3 minutos, usando agua fría. Deja escurrir en el colador unos 30 minutos.
Calienta el wok y engrasa con el aceite de maní. Saltea los vegetales: primero la zanahoria, luego el shitake y el negi y, por último, las hojas de akusai, con intervalos de 1 minuto.
Suma el pollo y adereza con el aceite de sésamo, sal, pimienta, ajinomoto y salsa de soja a gusto. Pasa la preparación a un colador y deja enfriar.
Distribuye una cucharada de relleno en cada cuadrado de masa, dobla hacia el centro los extremos y enrolla. Fríe los arrolladitos en abundante aceite caliente, hasta que se doren y sirve calientes junto a un pote con salsa de soja.
Fuente: El Gran Chef