La leyenda dice que en este ambiente refinado y culto nacieron los Urbani lumachelle, luego llamados urbanizados. Para prepararlos habrían sido las nobles mujeres patricias que en ese período del Renacimiento tenían en su destino solo la calle del convento.
El vínculo entre los caracoles y el mundo religioso de los conventos parece confirmarse también por los nombres dados a esta pasta: el AVE MARIE era la pequeña lumachelle adecuada para cocinar en caldo, mientras que el PATER NOSTER eran caracoles más grandes para cocinar como pasta con un salsa con salsa de carne.
Lumachelle de Urbino, la receta
La receta es un plato típico de la ciudad de Urbino y Alto Montefeltro. La capacidad de empaquetar caracoles a mano hoy en día es una virtud de unos pocos, pero también se puede preparar con una máquina de pasta simple. Alternativamente, puede ir a una tienda de "pasta fresca".
Ingredientes:
Para la pasta:
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g. 300 harinas,
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n. 3 huevos,
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una pizca de sal
Para el condimento:
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n.2 nabos,g. 250 repollo,
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n. 2 salchichas,
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g. 100 hígados de pollo,
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g. 250 tomates pelados cortados en cubitos,
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g. 60 mantequilla,
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lt. 1 y 1/2 de caldo de carne,
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queso parmesano rallado,
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sal y pimienta q.b..
Preparación:
Haga la masa y, después de dejarla reposar durante media hora, extienda una hoja que no sea demasiado delgada y corte muchos fettuccine de 1 cm de ancho. Envuélvalos alrededor de un palo del tamaño de un lápiz. Enróllelo un par de veces en la herramienta especial llamada Pettine, retire los caracoles y póngalos a secar sobre una toalla.
Pelar los nabos y cortarlos en dados; lava y corta el repollo en tiras, corta las salchichas y corta los hígados de pollo en trozos pequeños. Derrita la mantequilla en una buena cacerola, agregue los hígados de pollo, la salchicha y saltee. Agregue los nabos y el repollo, cubra y deje que las verduras se sequen, luego agregue el tomate, la sal y la pimienta y continúe cocinando durante 30 minutos hasta que los nabos estén tiernos. Extienda la salsa con el caldo, cubra y hierva a fuego lento. Hervir los caracoles, verterlos en platos y espolvorear con queso parmesano.