Un grupo de personas con sobrepeso u obesidad que fue sometida a una dieta baja en calorías y mediterránea “alta en pasta”, no solo perdió peso, sino que logró mantenerlo inclusive después del final del modelo alimentario.

Los resultados fueron obtenidos en un estudio de la Universidad de Parma, en el marco de la Jornada contra la Obesidad, que se celebra hoy en todo el mundo.

Las personas que siguieron la dieta mediterránea también reportaron más beneficios sobre la calidad de vida y la salud física percibida.

El estudio demuestra de que manera es posible alcanzar los objetivos de pérdida de peso teniendo en cuenta las preferencias y hábitos de los pacientes, sin excluir necesariamente alimentos específicos, como la pasta.

Otro estudio italiano destacó de la misma manera la superioridad y los sólidos fundamentos científicos de la dieta mediterránea, considerada como la mejor para controlar el peso y para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles, en primer lugar la diabetes tipo 2.

Realizado por el Grupo de Jóvenes de SINU (Società di Nutrizione Umana ) y publicado en la revista Advances in Nutrition, el estudio examinó alrededor de 80 revisiones y análisis disponibles.

Analizó en particular las 11 dietas más populares (baja en carbohidratos, alta en proteínas, baja en grasas, dieta de zona -que imita el ayuno-, vegetariana, nórdica, DASH y Dieta Mediterránea), evaluando los efectos sobre parámetros antropométricos (en primer lugar el peso corporal) y factores de riesgo cardio metabólico.

También en este caso, un modelo de alimentación equilibrada como la dieta mediterránea es el más eficaz para mejorar el peso corporal y reducir los factores de riesgo cardiometabólico.