La ciudad de Ferrara cuenta con una extraordinaria cantidad de platos típicos y este es un síntoma de cómo el arte culinario siempre ha jugado un papel destacado en esta ciudad.
En los platos típicos de Ferrara, los primeros platos representan el corazón de los platos típicos.

La típica polenta de harina amarilla pasada por el horno con lonjas de queso fontina y mantequilla derretida.

La cocina de Vicenza que nos ha sido transmitida es rica en platos de evidente derivación popular y carece de la herencia de ricas preparaciones, más frecuentes donde han existido poderosas cortes nobles: la ciudad de Vicenza, de hecho, fue probablemente la más pobre entre las de la República de Serenissima República de Venecia Rovigo, por otro lado, fue llamado el Versalles de la Bassa.

Esta receta de origen judío es uno de los emblemas de la gastronomía de Roma. Un plato que surgió de la fusión de culturas que se dio en el siglo XVI en el gueto de la capital italiana.

La gastronomía véneta (cucina veneta) son los productos, técnicas culinarias y platos típicos de Venecia y su región, el Véneto, al norte de Italia, entre los Alpes y el Mar adriático.

La cocina romana tradicional se basa en ingredientes de origen rural y campesino, de origen vegetal y animal, preparados según recetas que a menudo se transmiten de generación en generación en el entorno familiar. Dado que siempre han sido platos de una tierra muy fértil y productiva, destinados a satisfacer las necesidades energéticas del hombre que se dedica al trabajo en el campo y que a menudo se consume en el contexto de una o como máximo dos sesiones diarias de comida, los preparativos de la cocina Los romanos se asocian idealmente con platos particularmente nutritivos, administrados en grandes porciones.

Todos conocemos la ribollita como el plato de recuperación por excelencia de la tradición culinaria toscana. Los orígenes de este plato se remontan a la Edad Media, cuando los nobles solían comer sus platos dentro de panes llamados "comedores".