Y no es todo: dentro de cuatro años ese rédito superará los 47.000 millones.
Aplicaciones instaladas en teléfonos celulares como "asistentes"; programas "invisibles" para los consumidores que ayudan a los bancos a evitar estafas y a las empresas a optimizar los sistemas productivos, son sólo algunas de las múltiples opciones disponibles. "Desarrolladores y empresas comenzaron a integrar la inteligencia artificial prácticamente en todo tipo de aplicación o proceso de negocios", subrayó David Schubmehl, director de investigaciones de IDC. Estados Unidos y Canadá son los países con mayor gasto y los que producen más ingresos: 6.200 millones de dólares solo en 2016. Por su parte, Europa, Africa y Medio Oriente constituyen el segundo mercado en importancia para estas tecnologías, pero la distancia con Asia y Pacífico, incluido Japón, se acortará para 2020. Y son justamente los países asiáticos los que más las utilizarán. Los colosos tecnológicos están muy atentos al respecto. Basta pensar en los sistemas "inteligentes" que circulan, como las aplicaciones de reconocimiento de fotos, los asistentes vocales de Apple, Google o Microsoft, o la explosión de los "chatbot", esos agentes virtuales que responden preguntas, aprovechando distintas formas de inteligencia artificial. Luego existe una creciente gama de plataformas que son empleadas, por ejemplo, por las instituciones financieras para descubrir fraudes, o también por empresas que intentan mejorar sus procesos productivos internos. No por casualidad, este año, según las previsiones de IDC, los sectores que más invertirán en sistemas de inteligencia artificial serán los bancarios, los de ventas al por menor, seguidos por los industriales y los dedicados a la salud. En materia de investigación, la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados. Microsoft alcanzó recientemente un logro "histórico" con la creación de un sistema de reconocimiento vocal "casi humano".
El proyecto DeepMind de Google, por su parte, obtuvo otro sorprendente resultado: el sistema, por primera vez, resolvió problemas con un mecanismo de deducción, sin haber recibido información previa sobre la materia.
"Aprendió a recordar", de acuerdo a la investigación de IDC. Como si fuera poco, recientemente, algunos científicos desarrollaron una inteligencia artificial que resolvió en un 80% casos judiciales a la par de jueces de carne y hueso.(ANSA).