Ya han dimitido cinco cargos importantes en las últimas semanas: su jefa de gabinete, los dos más altos ejecutivos de la empresa de transportes públicos, el presidente de la compañía de basuras y el responsable de presupuestos, el último en salir de la coalición, como indicaba Raggi en su cuenta de Facebook.

Sin embargo, su mayor preocupación es la investigación judicial de la asesora de cuestiones ambientales, Paola Muraro, por un presunto delito cuando fue consejera de la empresa romana de basuras.
Ello está minando al movimiento de Beppe Grillo, que acudió al rescate de Raggi enviando un mensaje tranquilizador en Roma:“Psicológicamente, está llevando la situación muy bien y seguirá adelante. Nos aseguraremos de que el programa político del Movimiento Cinco Estrellas sea implementado para los ciudadanos romanos. Raggi está experimentando la misma situación por la que el primer alcalde negro tuvo que pasar en 1968 en Misisipi”, dijo, reseña Euronews.

Roma debía ser el trampolín del movimiento para intentar ganar las elecciones generales, previstas para 2018. El primer ministro, Matteo Renzi, en horas bajas, podría salir reforzado de la mala gestión del movimiento de Grillo y la división que hay en la derecha.